En Catamarca, como en el resto del país, la población de jóvenes de entre 10 y 19 años representa un quinto de la población total, y su salud es un elemento básico para el desarrollo social, económico, educativo y cultural del país. Es por eso que un grupo de médicos, docentes e investigadores, a cargo de la Prof. Inés Gandini, examina la problemática del adolescente y su crecimiento para lograr el bienestar físico, psíquico y social de estos jóvenes, ya que es fundamental que este grupo, su familia y la comunidad alcancen “niveles aceptables de calidad de vida”, que permitan el ejercicio de sus derechos primordiales como educarse, trabajar, participar, recrearse y acceder a la salud.

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Los adolescentes no crecen en un vacío social, ni permanecen ajenos a la desigualdad socioeconómica, ni a las diferencias culturales de la región. Por el contrario, en esta etapa crítica de su vida, responden a los impactos familiares, culturales, políticos y sociales de su tiempo y entorno. “Por eso es necesario fortalecer los factores protectores como la buena salud, la escolaridad, el trabajo, la convivencia familiar y el uso adecuado del tiempo libre, ya que esto posibilitaría que los jóvenes se conviertan en artífices de su desarrollo y no en agentes impotentes de su propia frustración”, explicó la docente a InfoUniversidades.

Estudio

El proyecto estuvo conformado por el 100% de los jóvenes de 10 a 19 años que concurrieron a la consulta espontánea o programada en los centros periféricos seleccionados del Área Programática Nº 1 de la capital catamarqueña. Las variables que se estudiaron fueron las características sociodemográficas, el crecimiento físico, el desarrollo puberal masculino y femenino, la información sobre sexualidad, los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual.

“Se utilizaron técnicas de medición antropométricas (control de peso, talla, IMC), se evaluó el grado de madurez sexual y se aplicaron encuestas semiestructuradas. Con este estudio se pretendió llegar a un diagnóstico de situación de la salud de los adolescentes de la capital, que sería la base para el monitoreo y evaluación continua de las acciones de salud sexual y reproductiva del programa provincial”, explicó Gandini y señaló que “si se consideran las características de la adolescencia, le corresponde al adulto buscar modos de acercamiento que generen la suficiente confianza para conocer cómo crecen y se desarrollan, y qué conocen sobre sexualidad y reproducción. Por ese motivo, ésa es la tarea que efectuó este equipo, que aspira a mejorar la calidad de vida, promover cambios positivos y saludables en la población de adolescentes de la ciudad de Catamarca”.

La docente aclaró que abordar el tema del crecimiento y desarrollo físico y reproductivo del adolescente es útil y necesario, porque existe sobrada evidencia de que los riesgos de salud, en este grupo, provienen en gran medida de la escasa información que reciben.

Problema

La etapa de la adolescencia, definida por la OMS como la segunda década de la vida, es una de las más intensas, y cuando se la transita sin contención ni información, puede ser una de las más conflictivas. Sus variaciones o crisis biopsicosociales son preparatorias y progresivas hacia la adultez. Dependiendo del éxito de estos cambios, los jóvenes podrán, de acuerdo a su entorno, conformar una nueva identidad y lograr capacidades adultas.

Al igual que los niños, los jóvenes son básicamente sanos, requieren poca asistencia médica. Pero los adolescentes, a diferencia de los niños, presentan una gran tendencia a enfrentarse con situaciones de riesgo como accidentes, suicidio, violencia callejera, adicciones, etc.

Por todo esto, es en la promoción y asistencia de la salud en el adolescente sobre lo que este grupo de investigadores centra su trabajo, así como también en el control del crecimiento y desarrollo, identificando problemas de la salud sexual y reproductiva. Y en base a ello, se están implementando medidas preventivas, a fin de detectar precozmente las situaciones de riesgo.

Resultados preocupantes

Finalmente, Gandini dijo que “las encuestas realizadas a los adolescentes arrojaron varias sorpresas, ya que el conocimiento sobre los temas como la sexualidad, procreación y embarazo precoz, que se presentaron a través de las estadísticas, muestran que en esta provincia es casi nulo. Con respecto a las fuentes de información que reciben los adolescentes, el porcentaje mayor es obtenido a través del grupo de amigos; en menor porcentaje es transferido por la familia y casi sin referencias se encuentra la escuela. Los resultados obtenidos fueron gracias a la consulta de todos aquellos adolescentes que concurrieron de forma espontánea a los centros sanitarios periféricos de la provincia Catamarca, y esto se está logrando a través de la promoción de la salud que realiza este grupo de investigadores con los adolescentes de la ciudad capital, junto con los organismos provinciales y las instituciones escolares para crear una nueva conciencia de la problemática de los adolescentes en la actualidad”.

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“En este proyecto hemos encontrado los canales más apropiados para dar respuestas a sus requerimientos y lo más importante es que comenzamos a llenar un vacío que se había detectado con gran preocupación, como es el desconocimiento de los jóvenes catamarqueños sobre la salud reproductiva y sexual que los afecta para la vida social y el desarrollo personal”, concluyó la investigadora.