Un equipo de investigadores de la Universidad de Flores (UFLO) y del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (MACNBR – CONICET) propone la elaboración de un índice de calidad de aguas modificado, que pueda ser aplicado en distintas cuencas del Área Metropolitana de Buenos Aires y generar de esta manera una caracterización rápida en nuevos sitios a partir de la medición del oxígeno disuelto como una única variable, que resultará en ventajas económicas y operativas, según indican los responsables de la pesquisa.
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El equipo de investigación está integrado por Gabriel Basílico y Ana Faggi, de la UFLO, y dirigido por Laura de Cabo del MACNBR – Conicet.
Para los investigadores, la utilidad de los resultados esperados durante el desarrollo de este proyecto consiste en la detección temprana y rápida de contaminación por exceso de materia orgánica, una de las principales formas de contaminación de ríos de áreas rurales, urbanas y periurbanas. Funciona como un sistema de alerta sobre la calidad de aguas, basada en la medición de una única variable, el oxígeno disuelto, que resulta en ventajas económicas y operativas, por ejemplo, para los organismos que intervienen en el manejo de las cuencas hídricas.
“Muchos municipios y organismos provinciales de control de la contaminación hídrica no cuentan con medios económicos suficientes para el monitoreo de muchas variables de calidad de aguas, que resultan costosas de determinar. De esta manera, la aplicación del índice -señalan los especialistas a Argentina Investiga- permitiría una utilización más eficiente de estos recursos, dado que podrían detectarse sitios críticos que requieran de un análisis posterior más completo, a partir de una medición relativamente económica”.
En la pesquisa presentada se establece que la principal hipótesis de trabajo consiste en que el ingreso de aguas residuales, ricas en materias orgánicas y nutrientes en un arroyo de llanura, determina una disminución observable en el nivel de oxígeno disuelto debido, principalmente, a la respiración bacteriana, es decir, la degradación de la materia orgánica.
Entonces, si la calidad de agua en un sitio resulta “excelente”, el nivel de oxígeno disuelto será alto, mientras que las muestras de agua provenientes de un sitio contaminado tendrán un nivel de oxígeno disuelto menor.
“Debe destacarse que la metodología propuesta, la medición del oxígeno disuelto como una única variable, no suplanta a la determinación analítica de variables fisicoquímicas, sino que representa una forma expeditiva de detección de sitios críticos o que requieran ser estudiados en profundidad” subrayan los investigadores.
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Otra aplicación de interés para esta medición de calidad de aguas consiste en monitorear la implementación de distintos programas de remediación, por ejemplo, el uso de plantas acuáticas nativas (fitorremediación).