Nota

Universidad Nacional de Cuyo - Facultad de Ingeniería

21 de Marzo de 2011 | 10 ′ 28 ′′

Crisis nuclear en Japón: “El resto del mundo no corre ningún riesgo”

En entrevista con InfoUniversidades, el ingeniero nuclear Jorge Barón descarta el impacto de la radiación en el planeta y lo minimiza en la población japonesa. El ingeniero también explicita las diferencias con Chernobyl, enfatiza que la caída del sistema eléctrico es la causa de la refrigeración de los reactores con agua y señala que los sistemas de contingencia respondieron de manera eficaz.

-La situación en Japón es comparada en todo momento con Chernobyl, ¿qué condiciones se dieron allí que no se dan en este caso?

-Son muchas. Chernobyl era una central nuclear que tenía dentro del núcleo del reactor una enorme cantidad de grafito, que es carbón, que se utilizaba como moderador. En el caso de Japón se utiliza agua. Una de las diferencias es que, en el caso de Chernobyl, cuando el reactor se rompió, tomó contacto con el aire el grafito y se generó un incendio de proporciones muy grandes dentro del mismo núcleo del reactor. Hubo también una explosión de hidrógeno, que ocurrió de manera inmediata con el accidente y dejó descubierto el núcleo, lo dejó expuesto a la atmósfera directamente con el consiguiente incendio. La otra característica fundamental de Chernobyl, importantísima, es que es un accidente que ocurre muy rápido, ocurre en segundos, con una central que estaba operando. En el caso de Japón, el tiempo que va pasando, cada hora, cada día, es favorable desde el punto de vista de que cada vez hay menor cantidad de material radiactivo que pueda dispersarse. Mientras más días, horas, semanas se mantenga esta situación o logren mantener esta situación de refrigeración, aunque sea de un modo deficiente, es muchísimo mejor desde el punto de vista del impacto que puede causar en cuanto a la liberación y al daño sobre la población.

-¿Qué riesgos corre el resto del mundo?

-El resto del mundo no corre ningún riesgo. La emergencia está afectando a la localidad de Fukushima. Las nubes radiactivas pueden desplazarse, pueden causar algún impacto en el orden de los 200 km. Pero no va a llegar nada de esto, no habrá efectos en la población ni en EEUU, ni en Hawaii, ni en Europa, ni hablar en Argentina. No es de esperar que el accidente nuclear, si lo gestionan adecuadamente, genere muertos, ni que haya consecuencias graves sobre la población. La realidad es que la industria nuclear japonesa a partir de este accidente demuestra que, aún ante un terremoto y tsunami de estas características, la lleva bastante bien.

Causas y consecuencias

-¿Por qué se llegó en Japón a una crisis nuclear?

-La crisis nuclear se inicia por el terremoto y el tsunami. Lo que pasó ese día fue que las centrales nucleares del noreste de Japón, por diseño, tienen que responder al terremoto apagándose. Y así lo hicieron; tienen una parada automática que funciona correctamente en todas las centrales nucleares del mundo. Cuando se detienen, siguen generando un poco de calor residual, por los productos radiactivos que tienen ahí. Es mucho menos que la potencia normal de operación, pero es un calor que hay que evacuar durante mucho tiempo. La generación de calor va decayendo con el tiempo, a medida que pasan los días. Para hacerle frente a esa situación, las centrales tienen sistemas de refrigeración en parada. Estos sistemas arrancaron de manera correcta en todas las centrales involucradas, pero el problema es que necesitan alimentación eléctrica y la red eléctrica en Japón se cayó como consecuencia del terremoto. Hay un segundo nivel de seguridad que se activó, a través de generadores diesel, un modo que se llama refrigeración en emergencia.

-Es decir que funcionaron los sistemas de contingencia.

-Todo eso funcionó bien durante y después del terremoto. Lo que pasó es que los tanques de alimentación de gasoil para los generadores diesel tienen cierta capacidad y los tanques auxiliares estaban colocados a la orilla del mar. Entonces, cuando vino el tsunami, aproximadamente una hora después, destruyó estos tanques de almacenamiento auxiliar de gasoil, por lo cual, los generadores diesel pudieron operar con el combustible que tenían por unas horas nada más y, por último, salieron de servicio por no tener más combustible. En esas condiciones, se pasa a un estado en el cual no hay ninguna alimentación eléctrica para refrigerar ese calor residual que siguen generando los reactores. Ante esa situación, comenzaron a buscar fuentes de agua para refrigerar y lo que hicieron fue utilizar equipos autónomos, autobombas, bomberos, tomando agua de mar, porque en este momento, en Japón no hay agua potable en muchas zonas, e inyectaron esa agua en los reactores cada tanto. Cada reactor es como una olla a la que se le inyecta agua y parte de esa agua se evapora para absorber el calor de decaimiento.

-¿Eso que se evapora libera radiactividad?

-Ese vapor arrastra algo de radiactividad a la atmósfera.

-¿Es normal que eso ocurra en estos casos?

-Lo normal hubiera sido que hubieran podido restituir alguna alimentación eléctrica, cosa que no fue posible por el tremendo daño que ha causado el terremoto, no en la zona de las centrales nucleares, sino en todo Japón. Hay un déficit muy grande de producción eléctrica y la secuencia accidental se ve agravada por ese déficit. Este modo de refrigeración no es el ideal, no es suficiente, pero es lo que los ha llevado, hasta ahora, a mantener los reactores sin que se produzca un accidente de fusión de núcleos, que llegara a que los núcleos de los reactores se derritan, se fundan.

-¿Cómo funciona el sistema de refrigeración en condiciones normales?

-En condiciones normales, lo que hace el generador diesel es bombear agua a través de un intercambiador de calor, ese intercambiador extrae el calor del reactor sin agregar ni retirar agua, lo único que hace es extraer el calor. Entonces, no hay ningún camino abierto para que los productos radiactivos puedan salir a la atmósfera. En este caso, al no existir este mecanismo, lo que hicieron fue inyectar agua en el mismo reactor y esa agua, cuando se evapora, hay que evacuarla.

-¿Es inevitable que se liberen esos vapores?

-En la situación en la que están sí, no tiene alternativa más que ventilar de vez en cuando, abrir alguna válvula que alivie la presión dentro de los reactores.

-¿Qué peligros genera esa radiactividad?

-La radiactividad en general tiene el potencial de causar daño a las personas, tiene efectos sobre la salud. De los datos que manejamos hasta ahora, los que ha reportado el Organismo Internacional de Energía Atómica, no hay evidencia de que se hayan producido daños a la salud. Los datos que se reportan son de concentraciones radiactivas muy bajas, suficientemente bajas como para que no haya un impacto importante en la población de alrededor. También es importante decir que esta población está siendo objeto de varias medidas de emergencia, que van desde quedarse en sus casas, cerrar ventanas y puertas durante el pasaje de esas nubes radiactivas para no respirarlas, no incorporarlas al cuerpo, hasta la distribución de tabletas de yodo, que hasta ahora no se han utilizado, pero están disponibles para ser utilizadas en caso de que hagan falta.

-¿Qué función cumplen esas tabletas?

-Bloquear la glándula tiroides de las personas que las toman. El yodo, un producto radiactivo muy volátil, que se libera durante este tipo de accidentes, es captado por las personas y acumulado en la tiroides. Si cuando llega el yodo radioactivo ya tenemos la tiroides bloqueada por haber tenido una sobredosis de yodo, lo que pasa es que se incorpora en la glándula tiroides y nos causa un efecto muchísimo menor que si no la hubiéramos tomado. Estas pastillas están distribuidas en la población bajo riesgo y no han sido, hasta ahora, utilizadas.

-¿Cómo se desencadena la fusión del núcleo y cuáles son sus consecuencias?

-Pensemos que el núcleo de un reactor es un gran manojo de barras combustibles, son como barras de acero. Dentro de cada barra hay una columna de pastillas de dióxido de uranio, un material cerámico, como una porcelana negra. Ahí se genera el calor. Mientras se mantiene cierta integridad física, eso sigue teniendo forma de varilla. Eso está sumergido en agua en ebullición. En el caso de que eso se descubra, que baje el nivel de agua por debajo de la parte superior de ese manojo en alguno de los reactores, comienza a degradarse la estabilidad de esas barras, empiezan a romperse y, finalmente, pueden llegar a fundirse, a derretirse. Si se derrite es una especie de lava que sigue generando calor, que ya es más difícil de refrigerar porque ya no es esa especie de radiador sino que es un “masacote”. Desde el punto de vista radiológico, lo que pasa es que la liberación de materiales radiactivos desde el núcleo, mientras las barras están en estado sólido, es relativamente pequeña. Pero en el momento en que se funde esto, la liberación aumentaría.

-¿Por qué se producen explosiones en los reactores?

-Los metales que están dentro de los núcleos de los reactores, cuando están en contacto con agua a altas temperaturas, se oxidan, y esa oxidación produce hidrógeno. Pero, como están venteando parte de ese ambiente a la atmósfera, a veces, junto con el vapor y los productos radiactivos, sale hidrógeno que, en contacto con el oxígeno del aire, es explosivo. Esas son las explosiones que están ocurriendo. Pero no hay ninguna posibilidad física de una explosión de tipo atómico, explosión nuclear. Ningún reactor del mundo puede explotar como una bomba atómica, físicamente es imposible.

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Rubén Valle
Universidad Nacional de Cuyo

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