El docente Jorge Follari analizó las condiciones energéticas actuales que obligan al país a gastar millones de dólares en importación de gas, naftas, gasoil y electricidad. “Argentina bajó a la mitad sus reservas de gas en los últimos ocho años. La producción nacional de energías convencionales declina y el consumo interno es creciente. El país gastó en el año 2010, 4.700 millones de dólares en la compra de estos recursos energéticos, cifra que en 2011 aumentó a U$S 10.400 millones y se prevé que en 2012 se gastarán más de 12.000 millones de dólares. Esto es grave y no se revierte rápidamente. Por ello las energías renovables son una alternativa viable que debe tenerse en cuenta”, señaló a Argentina Investiga el investigador.
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La oferta no alcanza a la demanda creciente y para ello es necesario establecer políticas energéticas que reviertan la situación. “Por ejemplo, la Unión Europea planteó que para 2020 deberán alcanzar un 20% de ahorro energético y que el uso de energías renovables debe llegar al 20%”, detalló Follari y agregó ejemplos de otros países como China: “Este país oriental produce más de 40 millones de metros cuadrados de colectores térmicos solares por año y construye numerosas granjas eólicas. Por otro lado, Brasil, líder en América Latina, produce 1 millón de metros cuadrados de colectores solares térmicos y 47% de su parque automotor funciona con biocombustible realizado con alcohol de caña”.
Entre las acciones que el especialista aconseja deberían llevarse a cabo, se cuenta una política agresiva de exploración y explotación de petróleo y gas, en la parte convencional, y por otro lado, la construcción de viviendas que ahorren energía y usen calefones solares para el agua caliente, a fin de disminuir la demanda de gas importado.
Acerca de la disponibilidad de energías renovables en el país, el investigador explicó que “el campo eléctrico argentino es algo mayor a 20.000 megavatios. En Santa Cruz, por ejemplo, en un espacio de 100 x 100 km se puede generar esa potencia con energía eólica. En la Puna, en un terreno de 15 x 15 km se produciría esa potencia con energía solar en sus dos variantes, fotovoltaica o concentración térmica, y en San Luis se obtiene en una superficie de 18 x 18 km. Podríamos tener uno de los campos eólicos más importantes del mundo ya que es una provincia con un alto potencial de energía eólica. Tenemos mediciones muy positivas en la zona de La Punta, Retama, el área Norte de El Morro y el Filo de las Sierras de los Comechingones. Además, en la provincia, se han instalado cientos de paneles solares en hogares rurales y alejados de las ciudades”, afirma.
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Desde hace algunos años, las empresas automotrices desarrollan automóviles eléctricos. Muchos de ellos tienen fuerte impacto en las grandes ciudades, porque son pequeños, tienen una autonomía de entre 60 y 90 km y pueden cargarse en el hogar. El docente del departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas y Naturales y de la Tecnicatura en Energías Renovables indicó al respecto que “todo hace pensar que el transporte eléctrico aumentará la demanda en los próximos años. En un futuro cercano habrá un gran desarrollo de energías renovables como la eólica, la biomasa, la solar térmica (concentradores que generan vapor) y la fotovoltaica, que ya es competitiva. El transporte se irá volcando al uso de la energía eléctrica y lo mismo ocurrirá con las industrias”.