Este insecto barrenador de los tejidos del árbol ataca con preferencia a árboles jóvenes, a los que les causa la muerte en forma inevitable, mientras que a los árboles adultos les provoca primero la muerte del ápice y luego la de la planta.
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Según los investigadores de la sede Esquel de la UNPSJB, este gorgojo se presenta como un nuevo problema sanitario, cuya propagación se ve favorecida en el actual marco ambiental y en el nada halagüeño pronóstico climático para los próximos años. En el último bienio, aumentó el área de distribución del insecto y, en consecuencia, el daño producido a las plantaciones. La expansión podría vincularse con el debilitamiento que sufren los árboles por la sequía que afecta a la región desde 2007. A lo que se suma, en algunos casos, la existencia de la avispa barrenadora de los pinos, que se encuentra en abundancia en las plantaciones de mayor edad.
El objetivo del trabajo fue caracterizar a los suelos donde se detectó el gorgojo africano, en Chubut. El área de estudio comprendió la franja situada al oeste de la provincia, con precipitaciones que van desde los 400 mm. hasta los 1.000 mm. anuales.
La propagación de este insecto, comenta a InfoUniversidades la investigadora Natalia Vallejos, se beneficia en rodales debilitados por condiciones abióticas o bióticas como suelos pobres con poca profundidad, períodos de estrés hídrico, intervenciones silvícolas e incendios, entre otras.
De quince plantaciones afectadas por el gorgojo, nueve se correspondieron con sitios incluidos en la base de datos de suelos del CIEFAP (Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico) y la UNPSJB. Si bien constituye un escaso número de sitios afectados por esta plaga, se evidenció que la mayoría de las plantaciones se hallaba bajo alguna condición de suelo desfavorable. Las características limitantes que aparecieron con mayor frecuencia incluyeron exposiciones a los vientos dominantes, suelo poco profundo, alto contenido de fragmentos gruesos; factores todos que generan una disminución en la capacidad de retención de agua y que se acentúa por la presencia de texturas arenosas o pendientes pronunciadas, favorecedoras del escurrimiento superficial.
El estudio es una primera aproximación a la caracterización climática y edáfica de las plantaciones afectadas por P. castaneus en Chubut. Las condiciones edáficas asociadas con la plaga se relacionan con una escasa capacidad de retención de agua que, sumada a los períodos extensos de sequía, habrían contribuido al debilitamiento de los árboles por estrés hídrico y al desarrollo de esta nueva plaga.
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La información generada sobre esta plaga constituye la base de una nueva línea de investigación en la Región Andino Patagónica, que se propone estudiar de manera detallada las condiciones abióticas asociadas con Pissodes, lo que permitirá generar una herramienta para definir planes de manejo y zonificar futuras plantaciones en base a mapas de riesgo.