La falta de autoridad, la ausencia de los padres, la incapacidad de mantener límites son características que presenta la relación entre padres e hijos, producto de una sociedad de consumo basada en la imagen. Esta es la base de un estudio de docentes de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, que dictaron un seminario sobre “Padres en fuga”, a fines de 2008 y que continúa con sus clases durante 2009. “La investigación surgió de nuestra observación en la práctica clínica, en la labor en instituciones educativas y del análisis de los hechos de la realidad. Además, durante este año hemos agregado trabajo de campo, con investigaciones, encuestas y entrevistas”, explica a InfoUniversidades el licenciado Miguel Ángel Acquesta.
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El factor a destacar es que el desarrollo temprano de la niñez, que termina con la diferenciación con los adultos, encuentra su principal punto de inicio tras la última dictadura militar, según afirman los investigadores. En esta “desaparición de la infancia” es fundamental el rol que cumple la sociedad capitalista. “Es central el papel del consumo, ya que parece incluyente pero en realidad es excluyente y fragmenta. El consumo genera un ‘ahorismo’: para consumir no es necesario ser grandes. Se consolida una homogeneización y un borramiento de diferencias entre los niños y los adultos, causado por el consumo y promovido por la publicidad”, señala Acquesta. Este concepto es central para la teoría del grupo de investigación, que toma muchas de las ideas vertidas por el sociólogo estadounidense Neil Postman.
“El papel de los padres, como agentes de socialización primaria, es suplantado en la posmodernidad por la publicidad. Educa y modela para que padres e hijos hagan carrera como consumidores”, sostiene el investigador. Esta combinación de factores genera un borramiento de etapas, es decir una indiferenciación fundamental entre el fenómeno de lo Adulto respecto de lo No-Adulto. “Entre la indiferenciación de jerarquías y la ausencia de límites aparece el denominado síndrome de padres en fuga”, dice Acquesta.
Uno de los puntos más interesantes del análisis realizado por los docentes se basa en identificar esta situación como una consecuencia más de la sangrienta dictadura militar que gobernó nuestro país durante 1976 y 1983. “Esto es una patología social que podemos señalar como una secuela de la dictadura, que provoca la llamada “patología de las dictaduras filiales”, basada en la confusión entre autoridad y autoritarismo y que profundiza la sociedad de consumo”, remarca.
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Los medios de comunicación (y sobre todo la televisión) son los factores principales del aceleramiento de la niñez que termina en una nivelación con los adultos. “Teniendo en cuenta lo que plantea Postman, los medios tienen una función ‘enajenadora’. Son agentes de socialización al servicio del consumo”, cerró Acquesta.