Babosita en hoja de cerezo.
Jóvenes investigadores estudian a campo y en laboratorio las diferentes propiedades de las plantas nativas e implantadas de la Patagonia. En esta línea, analizan los efectos del viento sobre las propiedades biomecánicas de la flora nativa patagónica y las consecuencias fisiológicas que produce la babosita del peral en las plantaciones de cerezos. También forma parte de estos nuevos proyectos la identificación de variedades de olivos resistentes a las bajas temperaturas y a la baja disponibilidad de agua.
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“Participamos en grupos de trabajo para investigaciones en Ecofisiología, conformados por físicos, matemáticos, ingenieros, meteorólogos, hidrólogos, geólogos y agrónomos y nos vinculamos con la mayor cantidad de disciplinas posible, dado que resultan realmente singulares los resultados de las investigaciones a partir de los aportes desde ópticas muy diferentes” señalaron a InfoUniversidades Sandra Bucci y Fabián Scholz, a cargo del grupo de investigación.
“En el estudio sistemático sobre los efectos del viento en especies nativas, los datos muestran grandes diferencias entre hojas expuestas y no expuestas a la acción mecánica del viento, lo que puede conllevar efectos negativos sobre las tasas de fotosíntesis y sobre el crecimiento, la productividad y otras propiedades morfo-fisiológicas que analizamos”, relató una de las investigadoras.
El trabajo se realiza a campo y en laboratorio y también se experimenta en el túnel de viento, donde las plantas son sometidas a distintas pruebas que simulan las velocidades de eolo para evaluar sus capacidades de movimiento, resistencia y transporte de agua. “Con estas respuestas podremos determinar cómo es la combinación de cada uno de los factores ambientales que afectan el crecimiento de las especies nativas de la Patagonia”, comentó Bucci.
La babosita del peral
En la localidad de Los Antiguos, provincia de Santa Cruz, se estudian los efectos que produce la babosita del peral en las plantaciones de cerezos. El cultivo de éste árbol es una de las principales economías alternativas detrás de la explotación de los recursos naturales no renovables en el sur de la Patagonia y constituye un factor relevante para el desarrollo regional, por lo que resulta fundamental conocer cómo se ve afectado a fin de optimizar producciones futuras.
La babosita es un insecto plaga que ataca las plantas de cerezos, alimentándose de sus hojas hasta que éstas se secan. Las pérdidas de área foliar pueden alcanzar hasta el 80% en pleno verano, luego de sucesivos ataques. Esta pérdida de superficie verde fotosintética podría afectar el desarrollo de la planta y tener repercusiones a lo largo de todo su crecimiento en la producción y calidad de los frutos.
En la actualidad, se estudian las tres variedades de cerezos más importantes de la zona, a fin de conocer en qué medida este insecto afecta el funcionamiento y desarrollo de las plantas y cuál sería la variedad más resistente a los ataques, como también conocer la necesidad de control de la plaga.
Olivos para comercialización
Determinar cuál de cinco variedades de olivos que se cultivan en la zona de Comodoro Rivadavia es la más resistente a las bajas temperaturas y a la baja disponibilidad de agua, características del este patagónico, es el objetivo de otra de las líneas de investigación.
“El proyecto plantea un análisis en laboratorio sometiendo los olivares o partes de ellos a diferentes temperaturas bajo cero y un estudio en condiciones de campo con diferentes niveles de riego basados en la determinación del consumo diario de agua de las plantas. De esta manera -señaló una de las investigadoras- se busca conocer cuál de estas especies es más resistente a las bajas temperaturas, cómo afectan las heladas tardías a distintos órganos de la planta y cuál sería el nivel de riego adecuado bajo las condiciones climáticas reinantes en la región de modo de hacer un uso eficiente del recurso hídrico”.
Existe una amplia variedad de olivos (sólo en España se contabilizaron más de 260). Dentro de las especies que se comercializan en la Argentina se seleccionaron cinco, que por sus características se adaptarían a la región patagónica para producción y comercialización. Se apunta a determinar tipo de suelo, disponibilidad de agua o condiciones micro-climáticas que requieren cada una de ellas.
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En Comodoro Rivadavia (Chubut) pueden observarse olivos con buena fructificación e, incluso, algunos con frutos de buen tamaño, pero es fundamental analizar los niveles de tolerancia a distintos factores de estrés en condiciones de campo para determinar la viabilidad comercial.
Instalación de sensores para determinar consumo de agua en Calafate.