La investigación surgió debido a existen en el país pocos estudios acerca de las propiedades físicas y mecánicas de las maderas de Quebracho, Algarrobo, Lapacho, Guaraniná, Urunday, Mistol, Vinal y otras especies reconocidas por su explotación comercial. Los escasos estudios existentes se hicieron sin considerar regiones fitogeográficas y se mencionan sólo valores medios de las propiedades identificadas.
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Desde la Universidad Nacional del Nordeste se inició un estudio de especies nativas para conocer en forma precisa el comportamiento a la tracción y comprensión, la distribución de poros, la contracción volumétrica, el comportamiento frente al agua y la humedad, entre otras variables que hacen a la mejor utilización de las distintas maderas de la región.
“A las especies estudiadas las sometemos a diferentes condiciones ambientales, en laboratorio y en ensayos reales, tal es el caso de exponerlas a la intemperie y a las aguas del río Paraná, para así predecir su comportamiento” comentaron a Argentina Investiga los especialistas Agripina Leiva Azuaga y Juan José Corace, responsables del proyecto, y agregaron que “es sabido que el Algarrobo o el Quebracho son maderas resistentes para usarlas en la fabricación de muebles durables, pero no se conoce cuán resistentes son, ni cuánto soportan las condiciones ambientales”.
Al respecto, explicaron que para comprender el comportamiento mecánico de la madera es necesario tener presente su constitución anatómica, pues debe considerarse a la madera como un material “anisótropo”, es decir con propiedades variables según la dirección en que se mida: paralela a las fibras, perpendicular: radial, o tangencial a los anillos de crecimiento.
Además está formada por un haz de tubos huecos que siguen aproximadamente la dirección longitudinal del tronco (fibras) con una estructura apropiada para resistir tensiones en esa dirección (paralela a las fibras o grano). Por lo tanto, las muestras de madera con las que se trabajó fueron ensayadas por procedimientos acordes con normas estándares, y los resultados se compararon con los obtenidos en las pruebas sobre las muestras expuestas en aguas del río Paraná, a la intemperie y en el laboratorio, respectivamente.
En dichos procedimientos se estudió la variabilidad de las propiedades físicas y mecánicas de la madera especie por especie, mediante los respectivos ensayos normalizados y sistemáticos, y se los complementó con procedimientos relacionados con su estructura anatómica. Se efectuaron evaluaciones estadísticas para, de esta forma, poder encontrar datos concretos sobre las variaciones de las propiedades físicas y mecánicas que posteriormente pueden ser utilizadas en investigaciones aplicadas o en recomendaciones para futuros usos y empleos de la madera. La idea es generar un banco de datos accesible con la información registrada.
Leiva Azuaga y Corace explicaron que los avances en el estudio son significativos, y permiten conocer propiedades de distintas especies, información que a la vez orienta hacia el uso o aplicación más adecuada. Comentaron que aún se prosigue con el estudio a fin de sistematizar los resultados y avanzar con otras especies aún no estudiadas.
Perspectivas del estudio
Los investigadores reiteraron que con el estudio se pretende obtener información específica de las propiedades de especies nativas de la región de las que se desconocen muchas de sus características pese a su explotación masiva y desde hace muchísimos años.
Resaltaron que conocer dichas propiedades permite potenciar el valor estratégico de cada tipo de madera, genera mayor valor agregado en su comercialización e industrialización, e incluso, permite identificar nuevos usos que ofrezcan una mayor vida útil y un aprovechamiento sustentable de las especie. También posibilita encontrar alternativas a la explotación progresiva y cuantiosa de maderas como el Algarrobo o el Quebracho, cuando en la región existen otras especies con similares condiciones mecánicas.
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Por último, los investigadores de la UNNE señalaron que otra de las motivaciones del estudio es que la madera es en la actualidad un elemento de gran participación en el uso como material de construcción a nivel mundial, y se estima que cada vez más importante será su utilidad, por lo cual conocer las propiedades de las maderas nativas de la región resulta imperioso para aprovecharlas en forma racional, con un concepto sustentable, reemplazando a los materiales convencionales de construcción que por lo general consumen mucha energía de origen fósil en su producción y, como contrapartida, son fuentes generadoras de dióxido de carbono.