Investigadores al servicio de la salud.
La cátedra de Control de Calidad de Medicamentos de la UNLP trabaja analizando comprimidos de medicamentos que se venden en las farmacias. A partir de esta investigación y de sus ensayos correspondientes, se pudo determinar que no siempre se mantiene la homogeneidad de calidad en los productos que están en el mercado.
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El trabajo se lleva a cabo seleccionando medicamentos del mercado farmacéutico argentino y se determina si, entre las diferentes marcas con el mismo principio activo, existen equivalencias, además de realizarse una evaluación para saber si se puede sustituir un producto por otro. Los expertos lo hacen de forma comparativa.
Uno de los problemas más frecuentes se halló en la disolución. Cuando el comprimido presenta este problema, puede generar dificultades para su correcta absorción y, como resultado no llegar al lugar de acción y ejercer el efecto terapéutico esperado.
El medicamento, en ese caso, será eliminado del organismo del mismo modo que ingresó, sin cumplir su función. La falencia no tiene que ver necesariamente con la droga de la que se trate. En el peor de los casos, si el producto farmacéutico tiene una pequeña diferencia en la concentración de la droga en sangre, podría llegar a ocasionar efectos tóxicos en el organismo. El grupo de investigadores está trabajando sobre este tipo de productos, llamados de “estrecho margen terapéutico”.
La doctora en Ciencias Farmacéuticas, Maria Guillermina Volonté, investigadora responsable de la cátedra de Control de Calidad de Medicamentos, explicó a InfoUniversidades que el producto “puede tener determinados excipientes que hacen que ese principio activo no se libere y no se disuelva a tiempo en el organismo”.
La investigación sobre equivalencia arrojó resultados sorprendentes. Se llegó a encontrar, por ejemplo, que un remedio de bajo precio, de la misma composición que otros más caros, puede tener una mejor calidad que el de valor superior. Estos últimos han llegado a fallar en los ensayos realizados. Al respecto, la especialista consideró que la industria farmacéutica debería regirse más por las necesidades fármaco terapéuticas de la población y no tanto por sus propios intereses económicos.
La experta, miembro de la Comisión Permanente de la Farmacopea Argentina, comentó que hallaron “una gran diversidad en la información que brindan los laboratorios y no siempre es completa. A lo mejor un medicamento necesita ser resguardado de la luz para que el principio activo no sufra una degradación y el producto en ninguna parte de su envase ni en el prospecto lo dice con claridad. Eso es un peligro porque puede afectar la estabilidad del fármaco”.
Investigación y sociedad
A partir de un convenio entre la UNLP y el Colegio de Farmacéuticos de la ciudad de La Plata, los resultados de estas investigaciones son publicados en revistas de tirada nacional y en diferentes boletines afines al tema.
Uno de los objetivos fundamentales de los estudios que lleva adelante el equipo de expertos es facilitar el trabajo de los farmacéuticos al tiempo que beneficiar a los compradores. “Existen tantas marcas y tantos precios de un mismo medicamento que la información que le brindamos al farmacéutico le sirve como una herramienta muy necesaria para dispensar productos de calidad y de bajo costo”, afirmó Volonté.
Para desarrollar las investigaciones el equipo trabaja con pacientes hospitalarios en algunos casos y con personas sanas en otros. Un convenio suscripto con el servicio de Neurología del hospital Rossi de La Plata, les permite evaluar la equivalencia terapéutica de medicamentos de uso antiepiléptico, como la carbamacepina y la fenitoina, en los pacientes que se atienden allí.
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Además, la Facultad de Ciencias Exactas firmó un acuerdo con el servicio de Endocrinología del Policlínico San Martín. “Ahí tenemos una nueva línea de investigación para evaluar la equivalencia terapéutica de productos que contienen levotiroxina, que es una droga que se usa para problemas de tiroides”, cerró la investigadora.