Tal vez porque demasiadas veces oyó decir que la ciudad de Comodoro Rivadavia creció de espaldas al mar, es que observó los innumerables beneficios que éste tiene a disposición del ser humano y que aún no han sido explotados. Fue por este motivo que la doctora María Angélica Fajardo decidió dedicar largas horas de investigación para analizar el valor nutricional del alga Phorphila colombina, que habita en las costas patagónicas.
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“Si bien es un recurso renovable, no es utilizado para tal fin, nuestra propuesta es complementar la calidad nutricional de un alimento como es la pasta, de utilización masiva, incorporándole otro alimento que tiene alto porcentaje de proteínas, minerales, fibras, vitaminas y otros principios que todavía se están estudiando y que pueden plantearse como protectores de salud”, detalló la especialista a Argentina Investiga.
El equipo que dirige y que trabaja en la investigación “Elaboración de fideos secos con algas, recurso de la costa patagónica argentina” fue distinguido con la mención especial Fundación Arcor a Proyectos de innovación en alimentos con perfil social.
La idea
El proyecto consiste en desarrollar a escala de planta piloto fideos secos mediante la complementación de la sémola de trigo con Phorphyra columbina, alga roja, recurso renovable y exótico, para aumentar el contenido nutricional de la pasta y propiciar la popularidad del consumo de algas.
Las algas son ricas en nutrientes, al tiempo que la pasta es un plato importante desde el punto de vista nutricional y gastronómico, en tal sentido, el objetivo del proyecto es complementar la calidad nutricional de la pasta, incorporándole algas que pueden plantearse como protectores de la salud, propiciar su popularidad entre los no consumidores y utilizar un recurso de la costa patagónica argentina que no es explotado en la actualidad para tal fin.
La recolección y utilización de algas en el Golfo San Jorge contribuirá al desarrollo de una economía regional, al generar nuevas fuentes de riqueza sustentable, lo cual tiene un impacto positivo a nivel social, económico, científico - tecnológico, ambiental e institucional.
Tiempo de estudio
“Vengo estudiando las algas desde 1993, momento en el que elaboré mi proyecto de tesis doctoral motivada porque, a pesar de ser reconocidas como alimentos legalmente, no estaban registradas en la Tabla Nacional de Composición de los Alimentos”, explicó la investigadora. Y agregó: “Teniendo en cuenta la escasez mundial de nutrientes esenciales y la riqueza de nuestro litoral marino, con bajos niveles de contaminación, es llamativo que no se haya implantado la acuicultura en nuestra región. Además, nos impulsa la creciente difusión de alimentos de origen marino, con objeto de prevenir enfermedades crónicas”.
Con los años se extendió el estudio en un equipo interdisciplinario de investigadores al que, al grupo del departamento de Bioquímica de la Facultad de Ciencias Naturales, se sumaron docentes de las cátedras de Toxicología y Química legal, Biología, Bromatología y Nutrición, Bioquímica clínica y Microbiología clínica, y la colaboración de la CNEA para seguir evaluando el aspecto nutritivo, y abordar el aspecto toxicológico y microbiológico de este recurso. “Siempre mis expectativas fueron que las algas sean incorporadas a la dieta. Que a la empresa Arcor le haya interesado la idea y que un comité científico lo haya considerado es algo positivo para todos nosotros”, resaltó Fajardo.
Por último, destacó: “Debemos llevar a la práctica la elaboración de los fideos con algas y seguiremos buscando los medios para ello, dada la sostenida necesidad de obtener nuevos alimentos que sean fuente abastecedora de proteínas, vitaminas, minerales y fibra dietaria. Estamos enfrentando un serio problema de sustentabilidad, tanto en el ámbito internacional como nacional, que se suma a la creciente demanda de alimentos orgánicos, producto de una nueva cultura medioambiental, por lo que debemos dar respuestas desde nuestro ámbito”.
El equipo
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El equipo de investigación está integrado por la doctora María Angélica Fajardo, directora del proyecto; las doctoras Adriana Ángela Pérez, Graciela Mabel Ponce, Laura Beatriz Pérez y Silvia Sara Farías, la ingeniera Carolina Varela, las bioquímicas Analía Mabel Strobl, Silvina Camarda y Mónica Souto, la farmacéutica Irma Lacalle1; todas integrantes de la Unidad Ejecutora.