Las investigaciones apuntan al desarrollo de solventes amigables con el ambiente.
Acumulación de gases, explosiones e incendios son algunos de los peligros que enfrenta la industria química, obligada a manipular sustancias peligrosas, volátiles e inflamables. Algunas de éstas -como cloroformo, hexano o éter etílico- son utilizadas como solventes, es decir, para disolver otros compuestos. Por supuesto que existen medidas de seguridad que apuntan a minimizar los riesgos, pero la posibilidad de reemplazar sustancias peligrosas por otras más seguras y limpias es una alternativa más que interesante.
> Leer también: Jabones artesanales con especies de la zona.
Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) trabaja en el desarrollo de “green solvents” -solventes verdes- llamados así por ser amigables con el ambiente: así, los expertos aspiran a optimizar ciertos procesos químicos. Con este fin estudian un tipo de líquidos llamados líquidos iónicos, que no son inflamables y que, en determinados casos, pueden ser reciclados. Para llegar a reemplazar los solventes actuales es necesario conocer las propiedades de los líquidos iónicos, saber cómo intervienen en los procesos químicos y lograr una transformación tecnológica que posibilite su utilización industrial.
Importancia de los solventes
La acción de disolver es algo que hacemos todos los días: al cocinar, haciendo un café, al eliminar la suciedad de los platos. En la mayoría de esos casos usamos como solvente al agua que, obviamente, es una sustancia limpia y segura. Pero muchos procesos químicos requieren de otro tipo de solventes, como es el caso de los derivados del petróleo.
En la industria química hay una gran demanda de solventes; sin embargo, su rol suele ser minimizado. “Lo que intentan los investigadores es revalorizar el rol del solvente de manera que sea considerado como una variable adicional que puede y debe ser optimizada. Dentro de las condiciones que un químico debe ajustar a la hora de poner a punto un proceso, el solvente es una más: por ejemplo, para mejorar la velocidad de una reacción o las condiciones de seguridad en una planta”, señaló Claudia Adam, docente e investigadora a InfoUniversidades.
El proyecto de diseñar líquidos iónicos surgió de la investigación básica que los expertos desarrollaron a partir de cuestionarse el rol y la forma de acción de los solventes, sus propiedades y su relación con las velocidades de reacción.
Diseñando líquidos
Los investigadores se dedican a “diseñar nuevos solventes con características especiales que permitan reducir su impacto ambiental. Para esto nos basamos en la determinación de las propiedades microscópicas de los líquidos iónicos, ya sean puros o en mezclas acuosas”, explicó Adam.
Los líquidos iónicos se llaman también sales fundidas y están compuestos por cationes orgánicos -moléculas con carga eléctrica positiva- y aniones, -moléculas con carga eléctrica negativa- tanto inorgánicos como orgánicos. Manipulando la combinación de estos dos componentes es posible diseñar líquidos a medida para optimizar reacciones químicas en fase líquida.
Pero para que estos nuevos solventes puedan ser incorporados masivamente a la industria química es necesario realizar una adecuación tecnológica importante. No es posible hacer un reemplazo directo ya que estos líquidos actúan de un modo particular. Estos compuestos no son volátiles, por lo que aquellos procesos en los que se eliminaban los solventes por destilación deben ser modificados ya que estas operaciones no son posibles con estos líquidos.
> Leer también: Aceite de cannabis, la UNLP está en condiciones de producirlo y controlar su calidad.
La investigadora contó que para lograr incorporar estas nuevas sustancias a la industria es necesario realizar más investigaciones ya que no hay mucha gente que trabaje, por ejemplo, en su toxicidad para saber si realmente son tan “green” como se los conoce y afirmó que “combinando un anión y un catión es posible diseñar un líquido iónico muy tóxico u otro que sea biodegradable. Uno puede hacer lo que quiere, el punto es para qué se lo va a usar”.