Una investigación estudia la relación que los estudiantes universitarios del noroeste de la provincia de Buenos Aires establecen con el mundo digital y con las redes sociales en particular. El proyecto es dirigido por Raquel Tarullo, doctora en Ciencias Sociales y Humanas por la Universidad Nacional de Quilmes, docente en Medios y Comunicación, e investigadora de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) y de la Universidad Nacional de San Antonio de Areco (UNSAdA).
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Dos cuestiones se priorizan en este proyecto: conocer si estos estudiantes usan las redes sociales como fuente de consumo de noticias, y examinar las relaciones posibles entre el uso de las redes sociales y las prácticas universitarias.
“La investigación buscó conocer varias cuestiones relacionadas con los usos que hacen los jóvenes universitarios de los medios sociales. Estas cuestiones son: si la condición de supuestos ‘millennial’ de los jóvenes universitarios del noroeste de la provincia de Buenos Aires los convierte en estudiantes digitalmente alfabetizados; si la forma de escribir y leer en las redes sociales, más el formato de la inmediatez propia de la arquitectura de estas plataformas tiene implicancias en las prácticas universitarias, y si los estudiantes de la UNNOBA consumen noticias a través de las redes sociales y la incidencia de esta práctica en su conformación como sujeto cívico”.
De acuerdo a los resultados obtenidos, WhatsApp resultó ser la red social elegida por excelencia y en la cual la edad no influye en su elección. Le siguen por orden de preferencia señalada por los encuestados Instagram, Facebook y YouTube; observando en estas tres una marcada diferencia en el rango etario.
La investigadora afirma que “de los datos obtenidos resulta evidente que los estudiantes encuestados tienen intención de informarse: buscan activamente las noticias en sitios especializados, y además las leen y las comparten a través de Facebook y Twitter. Sin embargo, cabe preguntarse cuánto hay de información y cuánto de sentirse o percibirse informado. Es decir, ¿hay una autopercepción de estar informados a partir de redes sociales?, ¿qué se considera información? o, ¿qué es una noticia en tiempos de redes sociales?”.
Respecto del análisis de las prácticas académicas queda claro, en primer lugar, que aun cuando todos están digitalizados y el celular inteligente es el dispositivo más usado, los formatos de lectura y escritura pertenecen a la universidad analógica, lo que a su vez genera otros interrogantes para Tarullo: “¿Se prefiere el formato impreso porque son prácticas propias del nivel secundario en Argentina?, ¿o bien porque el tipo de lectura promovido en el ámbito universitario requiere procesos, como se ha explicado, propios de la lectura en papel? En el caso de la lectura, ¿se debe también a que los docentes no utilizan la plataforma virtual de la universidad y, por lo tanto, el material de estudio no está disponible para los alumnos en formato digital?, ¿cuánto del material de lectura está disponible en formato digital, independientemente del formato que prefiera el docente?, ¿modificaría sustancialmente el hábito de lectura si se tuviera esa disponibilidad?, ¿o bien la elección tiene que ver con los requisitos universitarios en relación a tales textos?”.
Otro dato significativo que surgió de la investigación es que el consumo y uso de las redes sociales también se realiza en forma individual: las prácticas que allí se llevan a cabo son solitarias y personales, aunque están lejos de ser privadas. “Evidentemente, las herramientas de interacción y colaboración que los alumnos usan para sus cuestiones personales, incluso cívicas, como la de compartir las noticias en Facebook o emitir opiniones en Twitter, no son llevadas al aula universitaria”, agrega la docente.
Es aquí cuando Raquel Tarullo advierte: “Todos los estudiantes, como los que hemos tomado en la UNNOBA, tienen un acercamiento a la tecnología desde el lado del entretenimiento y de lo social, pero no desde lo académico. Los jóvenes no necesariamente cuentan con habilidades y competencias digitales que permitan caracterizarlos como alfabetos digitales en lo relacionado a sus prácticas de lectura y escritura académicas”.
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El informe concluye que el uso de las redes sociales por parte de los estudiantes universitarios del noroeste de la provincia de Buenos Aires está mediado por la edad; que estos estudiantes manifiestan buscar y consumir noticias, y que el medio preferido para sus prácticas digitales y cívicas es el digital, pero que las prácticas académicas son típicas de una universidad analógica. Los jóvenes, según los resultados del estudio, no necesariamente cuentan con habilidades y competencias digitales que permitan caracterizarlos como alfabetos digitales en lo relacionado a sus prácticas de lectura y escritura académicas, y en la interpretación que realizan de las noticias que consumen a partir de las redes sociales.
Raquel Tarullo, directora del proyecto