La investigación, llamada “Escenarios de participación comunitaria. El desarrollo local y las ONG’s en el partido de La Matanza”, analiza las organizaciones sociales de carácter no gubernamental que llevan adelante acciones relacionadas con el desarrollo social, y se estudia la articulación entre el Estado y las ONG’s que trabajan sobre la cultura, el género, el deporte, la ecología y las identidades étnicas en el oeste. La directora del trabajo, la docente Luciana Veneranda, repasó los puntos principales y remarcó la finalidad de este tipo de trabajos: “Tienen que generar conocimiento socialmente reutilizable para la comunidad”.
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Nuevos actores sociales
Uno de los preceptos radica en indagar el modo en que las ONG’s construyen y desarrollan su actividad en relación con el aparato estatal. “Las más tradicionales tienen que ver con la asistencia, la ayuda, la salud y la educación”, explicó la directora del proyecto. “En este caso, tratamos de interiorizarnos en aquellas que no son tan comunes, como la cuestión de género, la ecología y la contaminación”.
Las organizaciones relacionadas con los pueblos originarios, que sostienen las culturas de origen y logran el arraigo de la población, también fueron objeto de estudio. “Indagamos el modo en que se oficializaba esa relación, y así apareció una ligación muy fuerte con el Estado, algo así como un reconocimiento mutuo”, resaltó.
En cambio, en el caso de las organizaciones tradicionales relacionadas con la cultura, “son las que menos se reconocían en articulación con el Estado”. Y las que llevan adelante temáticas como la ecología “se presentaban muy reticentes a esa articulación”, aclaró a Argentina Investiga la docente.
Así, esta primera investigación permitió ver cómo las organizaciones se relacionaban con el gobierno y se pensaban en términos de aportes al capital social y al desarrollo local. En tanto, al entrevistar a varios de los referentes, se puso en evidencia que muchas organizaciones “se sienten como una parte central en el desarrollo local y aportan, por ejemplo, en acciones contra el maltrato a la mujer”.
El rol de la Universidad
En la sociedad, las instituciones educativas y, en particular la UNLaM, adquieren el rol de interventoras y funcionan como un espacio en el que pueden encontrarse los referentes de las ONG’s y discutir sus propuestas. En este sentido, se pone en evidencia el postulado que insta a “investigar para accionar y cambiar la realidad”.
De esta forma, a partir de esta investigación surgieron aristas que derivaron en nuevos estudios. Uno de ellos tiene como eje a las OSC (organizaciones de la sociedad civil) como escenarios de participación en la perspectiva de género: la trayectoria individual hacia la conformación de la organización y la constitución de liderazgos, que trata la temática de género en las organizaciones no gubernamentales y describe la forma en que los actores las constituyen.
En ambas producciones se planteó una nueva modalidad de trabajo que incluye encuentros e intercambios entre quienes estudian y son estudiados. De ese feedback, el conocimiento surge en estado puro. “Estas investigaciones han tenido un impacto por las actividades que derivan de ella, y llamó la atención la forma en que planteamos el trabajo de campo”, detalló la investigadora. “En los encuentros, al mismo tiempo, se realizó una capacitación. Para la primera investigación, en un encuentro de ONG’s, asistieron más de 60 organizaciones y, para la otra, hicimos una reunión de liderazgo de género”, detalló Veneranda.
Al momento de realizar un balance, la docente comentó: “Hasta ahora, hemos tenido muy buena y activa participación, y se han formado grupos de discusión; los debates son nuestro propio insumo para hacer el diagnóstico y proponer hipótesis de trabajo”.
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El equipo de trabajo, dirigido por Veneranda, está compuesto por los investigadores Lorena Martín, Carlos Massad, Jacqueline López, Myriam Zelman, María Zarza, Liliana Silva y Guillermo Pérez Ugidos.