Tras la publicación del libro “Química en Señas”, una producción gratuita y de libre acceso que contempla las señas propias del campo e instrumental de la química analítica, la bióloga María Beatriz Núñez, el bioquímico Aldo Daguerre y la analista química Milagros Gallardo de la UNSL buscan crear un nuevo libro, pero esta vez de biología. En un centro educativo de la provincia de San Luis rescatan señas generadas por estudiantes, que se encuentran en uso y que no han sido difundidas. De la tarea participan estudiantes sordos hipoacúsicos, intérpretes y docentes de la institución.
> Leer también: Aumentar la producción y preservar el ambiente.
María Beatriz Núñez señaló a Argentina Investiga que la idea de este proyecto es que las señas de conocimiento educativo específico puedan utilizarse en todos los niveles educativos, desde la primaria hasta la universidad, para que lleguen a ser de uso masivo.
En relación a la lengua de señas, la bióloga explicó: “Es un idioma de tipo gestual con su gramática propia, muy diferente a la nuestra. La negación y los verbos van al final de la oración, los tiempos verbales se marcan de otra forma. Si bien existe la Ley Federal de Lengua de Señas Argentina, no es universal. En cada provincia hay una seña distinta para una misma palabra”. Afirmó que alrededor del 80% de las palabras o expresiones no tienen seña, sino que las generan en el momento entre intérprete y estudiante. Esto produce que cada año sea un reaprender constante.
También agregó que, al no tener escritura, les es muy difícil leer. Esto dificulta el acceso a la educación superior por la complejidad de los textos, la carencia de intérpretes y porque, además, los intérpretes deben contar con el conocimiento específico de las asignaturas para poder expresar de forma correcta los conceptos.
Por ello, los investigadores organizaron talleres con el propósito de rescatar señas relacionadas a la biología. En función de esto, compartirán el conocimiento en un encuentro que se realizará con estudiantes hipoacúsicos y docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quienes también participan de este proyecto. Allí podrán desarrollar los ajustes pertinentes para organizar el libro de biología en señas y extenderlo a todas las escuelas.
Los inicios
La técnica química Milagros Gallardo fue el primer antecedente de personas con sordera en la UNSL. A raíz de su caso nace el contenido lingüístico inicial de su autoría, que expuso las señas generadas en el Laboratorio de Química Analítica. Gallardo no sólo es graduada de esa Institución, sino que en la actualidad trabaja allí.
> Leer también: Diseñan software para aprender la Lengua de Señas.
Este primer libro se creó con el fin de contribuir a derribar barreras y mejorar la accesibilidad académica de personas sordas que quieran desarrollarse en una disciplina específica. A su vez, es una guía para docentes que tengan la tarea de acompañar en este trayecto. Para presentar esta obra, el equipo se acercó a las escuelas secundarias y desarrolló clases a partir de material de vidrio.