Las medidas de aislamiento social y preventivo declaradas por primera vez en la Argentina el 20 de marzo del año 2020 marcaron el fuerte impacto que la pandemia presentaría en el país. El panorama crítico por la saturación de los sistemas de salud en países de Europa y Asia permitió avanzar sobre la realidad sanitaria nacional, teniendo en cuenta, por un lado, el funcionamiento fragmentado y descentralizado del sistema de salud y, por otro, por su escasez de recursos humanos, recursos técnicos y de infraestructura. Ante este escenario, investigadores de la Unidad Ejecutora de Estudios en Neurociencias y Sistemas Complejos (ENyS) desarrollaron un tablero epidemiológico para dar respuesta sanitaria en el sistema público de salud de la región Sudeste del conurbano bonaerense, conformada por 14 hospitales de diferente nivel de complejidad asistencial en los municipios de Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown y Quilmes.
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En marzo 2020 se creó la sala de situación COVID de la red sudeste, con el objetivo de aportar al sistema público de salud de la región nuevas herramientas de gestión, que permitan monitorear los recursos disponibles de los principales centros de salud. La información de cada paciente con COVID-19 evaluado en esta región fue incorporada a un tablero epidemiológico. Con la implementación del tablero se realiza el seguimiento y el monitoreo de la gestión de camas y de pacientes, aportando una valiosa información epidemiológica a quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones en materia de políticas sanitarias.
El trabajo desde la ENyS generó que la prestigiosa revista Scientific Reports (https://www.nature.com/articles/s41598-021-87552-w#Abs1), del grupo Nature, publique por primera vez una producción de la Argentina que reúne características clínicas, demográficas y epidemiológicas de una población internada con diagnóstico de COVID, en relación a la edad, enfermedades prexistentes, a la mortalidad, entre otros aspectos. La ENyS es un espacio multidisciplinario de investigación, docencia y transferencia, dependiente del CONICET, la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y del Hospital “El Cruce-Dr. Néstor Carlos Kirchner”.
Según describe la investigación, el 8 de abril del año 2020 el virus fue identificado en pacientes hospitalizados en la Red Sudeste. “En ese momento, junto a las autoridades sanitarias de la región, comenzó el relevamiento sobre disponibilidad de camas, personal, aparatología, en los distintos hospitales”, indicó a Argentina Investiga Silvia Kochen, coordinadora del proyecto. Además, la investigadora principal del Conicet y vicedirectora de la ENyS remarcó que “con un equipo de investigadores diseñamos un tablero epidemiológico que da cuenta online de lo que está sucediendo en la asistencia por COVID-19 en cada uno de los hospitales involucrados en la red”.
El tablero permite tener una mirada integral del diagnóstico situacional, al centralizar la información en un sistema único, con la particularidad de que dicha información es compartida por todos los integrantes de la red, brindando mayor transparencia sobre los recursos existentes y fortaleciendo la solidaridad entre los distintos hospitales. El desarrollo del software, diseñado por investigadores del Instituto Nacional del Cálculo, se adaptó a las necesidades y los requerimientos de los trabajadores de salud de la red, lo que generó una rápida apropiación de la herramienta por parte de estos.
La propuesta del tablero epidemiológico había sido seleccionada como proyecto de investigación y desarrollo en el marco de la convocatoria del “Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19” del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT). El proyecto “Intervenciones de control y prevención epidemiológica en la población de la Región Sudeste del Gran Buenos Aires afectada por la pandemia de COVID-19. Implementación de estrategias diagnósticas y terapéuticas para la red de hospitales y centros de salud de la región”, de Silvia Kochen, de la UNyS fue una de las nueve iniciativas de investigadores y centros e institutos dependientes del Centro Científico Tecnológico (CCT) La Plata.
De esta manera, la investigación se diseñó teniendo en cuenta los estudios observacionales en epidemiología. Desde el 8 de abril hasta el 18 de agosto de 2020, se incluyeron 1.495 pacientes con COVID-19 confirmado por laboratorio, en los hospitales de los cuatro municipios. El 58% de los pacientes eran hombres y la edad media fue de 48,9 años. Del total de pacientes hospitalizados, el 80% tenía enfermedades preexistentes pero las que presentaban mayor riesgo eran la hipertensión, las enfermedades pulmonares crónicas y las enfermedades cardiovasculares. “Tenemos una pirámide epidemiológica diferente a la de Europa y como hay más gente joven que adulta, el promedio de edad estuvo cerca de los 50 años, pero la mortalidad que fuimos encontrando está a la par de los países desarrollados”, recalcó Kochen. En este caso, la mortalidad de la cohorte fue del 9,77%.
La importancia del funcionamiento desde un sistema de salud en red
El sistema de salud nacional se caracteriza por su descentralización, donde el primer nivel de atención, desde los centros de atención primaria, depende de cada municipio, el segundo nivel de complejidad compuesto por los hospitales, en su mayoría son provinciales y el tercer nivel de complejidad es administrado principalmente por el Estado Nacional. Ante esta realidad administrativa, la red Sudeste del conurbano bonaerense se caracteriza no sólo por definir los distintos servicios de salud que la componen, sino que su propuesta de trabajo implica la articulación permanente entre los distintos niveles de atención. Previo a la pandemia, la región contaba con los hospitales provinciales Evita Pueblo, Iriarte, Lucio Meléndez, Oñativia, Mi Pueblo, el Hospital Municipal Oller, el Hospital SAMIC de Alta Complejidad en Red El Cruce y 4 Unidades de Pronta Atención (UPA). “El trabajo en red es muy importante porque significa que si tengo un paciente en un hospital con camas saturadas, puede derivárselo a otro de distinta complejidad, según el caso, para su asistencia con la tecnología y los recursos apropiados; esto generó que pueda darse respuesta a las distintas necesidades y se evitara que el sistema colapse”, resaltó la especialista.
Además, fue muy importante la creación de nuevos Hospitales Modulares construidos en Florencio Varela, Quilmes y Almirante Brown ya que, según el estudio, al comienzo de pandemia, en marzo de 2020, la región contaba con 67 camas de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) y en la actualidad tiene 156. Es decir, se incrementó en un 133%. Lo mismo sucedió con las Salas Generales con oxigenoterapia, que de tener 142 se pasó a 378 camas, una expansión del 166%, y en las Salas Generales, de 143 a 191 camas, un crecimiento del 34%.
En este sentido, Kochen detalló: “Sabíamos que contábamos con recursos humanos muy bien preparados pero no eran suficientes (esto tiene que ver con las condiciones laborales precarias, con salarios bajos, por ejemplo) entonces, bajo la dirección de profesionales idóneos y capaces, se incrementó el número de personal, y con la creación de nuevos establecimientos también aumentó el número de camas disponibles, especialmente las camas críticas, las camas de terapia intensiva y camas denominadas extrahospitalarias, para aquellos pacientes que podían ser dados de alta pero no tienen casa donde continuar el tratamiento o viven en condiciones precarias”. Este último aspecto es muy importante, teniendo en cuenta que el estudio se realizó sobre los servicios asistenciales públicos. “El estudio epidemiológico y sanitario de la población que observamos se caracteriza por ser de bajos recursos económicos, es una población más vulnerable”, enfatizó Kochen.
Otro aspecto muy importante de este funcionamiento en red se materializó con la derivación de las personas con COVID-19. La enfermedad se diagnosticó mediante la detección en tiempo real con los test de PCR a partir de hisopos nasofaríngeos realizados en los laboratorios del Hospital El Cruce y de la Universidad Nacional Quilmes. La respuesta asistencial en la región tiene dos niveles. El primer nivel lo brindan los médicos en la Sala de Emergencias de cada Centro de Salud y en los Centros de Atención Primaria barriales. Si los pacientes presentaban síntomas compatibles con COVID-19 se definía si debían ser hospitalizados por sospecha. La respuesta de segundo nivel en casos confirmados comprende la estancia en la Unidad de Terapia Intensiva, Sala General con oxigenoterapia o Sala General de los hospitales.
Asilamiento, medidas de cuidado y vacunación, los tres pilares para terminar con la pandemia
“Nadie que tenga información científica y seria cuestiona las medidas que se implementan porque la experiencia es mundial: todos los países que tuvieron el mayor éxito en el control de la pandemia fue por respetar el aislamiento, las medidas de cuidado y por vacunarse”, ponderó Kochen al ser consultada por las medidas de aislamiento que se decretaron el año 2020, las actuales, y aclaró que “fue lo que permitió retrasar la pandemia y generar las condiciones para llegar mejor preparados”.
En este sentido, Kochen tomó como referencia lo que sucede en los principales países de Europa y de Asia, principalmente con las decisiones sobre el cierre de escuelas: “Israel, Alemania, Francia, nunca dudaron en cerrar las escuelas cuando se incrementaban los casos. Aumenta la tasa de contagios diarios y cierran todo. No es muy opinable eso”.
Además, analizó la situación en términos de equidad y justicia social en la relación entre los distintos países del mundo con respecto a la distribución de vacunas: “Estos países que mencioné recurren a medidas estrictas de aislamiento y además tienen un acceso a la vacuna que es muy superior al que tenemos nosotros. Mientras tanto, el común de la gente descubre que el mundo no es equitativo y que el acceso a los medicamentos y a las vacunas no es igual para todos”. De todas maneras, destacó que “la Argentina, dentro de los países en vías de desarrollo, tiene una política inteligente en la adquisición de vacunas, justamente porque no ha quedado limitada solamente a los países hegemónicos, entonces han llegado vacunas de Rusia, de China. Esto permitió que se pueda vacunar”.
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Finalmente, la investigadora principal del Conicet reflexionó que “esta pandemia obliga a repensar el sistema de salud, que sea más justo, más equitativo, más solidario para los usuarios y al mismo tiempo pone en evidencia que las condiciones de trabajo y salariales de todo el personal que está en el sistema público de salud es muy bajo, entonces, esto hace que se genere una situación de dificultad”.