Un nuevo modelo experimental de “transferencia de órganos” fue desarrollado por investigadores de la UNRC y del Nuevo Hospital Río Cuarto San Antonio de Padua. Según expresaron los docentes, se logró reemplazar un tramo de tráquea mediante el uso de un homoinjerto de tejido vascular, como es la aorta torácica, a la que se le adosa un soporte o Stent de polipropileno que simula un rulero. Los animales sobre los que se experimenta son ovejas y varios de ellos sobrevivieron al trasplante.
Desde la primera transección traqueal y reanastomosis con éxito en humanos, en 1884, diversos procedimientos han sido descriptos para corregir las lesiones traqueales. El tratamiento ideal para la resección del segmento afectado y anastomosis primaria, es decir, la comunicación entre los conductos, puede conseguirse en un 90 por ciento de los pacientes.
Diversos autores establecieron que el límite superior de resección y anastomosis primaria es de unos pocos centímetros y no es posible superar los límites de resecabilidad con garantías de éxito por lo que, ante lesiones extensas, han de buscarse alternativas a la anastomosis primaria.
Los docentes Oscar Luján, José Luis Sereno y Mario Salvi, de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, señalaron a InfoUniversidades que “la resección de la tráquea siempre ha constituido una pesadilla para los cirujanos torácicos; tanto es así que incluso los más avezados se han mostrado reacios a practicarla. Muchos investigadores intentaron hallar el sustituto ideal. Casi todos los materiales biológicos han sido empleados en la reconstrucción traqueal: autoinjertos de pericardio, periostio, cartílago costal, cartílago auricular, reconstrucción traqueal con autoinjerto del septo nasal, pared esofágica, homoinjerto de duramadre y otros”.
Las complicaciones asociadas con injertos protésicos han sido relacionadas con la biocompatibilidad por rechazo, además de infecciones locales, dehiscencia de anastomosis, erosiones vasculares, lesiones granulomatosas y estenosis. El equipo de investigadores trasplantó 19 ovinos, a los que se les realizó un aloinjerto fresco con aorta torácica, soportado por una prótesis de polipropileno para “mantener la vía aérea sin colapso; este tutor, del aspecto de un rulero, fue colocado de manera diferente, dividiendo el trabajo en dos grupos: uno con prótesis externa y otro con interna”.
Luján detalló que “en el primer grupo, 9 ovejas fueron intervenidas; todas superaron el procedimiento quirúrgico, hasta alcanzar los 30 días de sobrevida”. Explicó que “los desalentadores resultados obedecieron a múltiples factores”, entre ellos “el conocimiento acabado y progresivo de la anatomía, fisiología, su comportamiento gregario, además de modificaciones técnicas, la transformación del tejido aórtico, con su consecuente colapso debido a la muerte celular del tejido o ‘necrosis’ por falta de irrigación, y diversas complicaciones que sucedieron al desprenderse el injerto del soporte externo”.
Sereno indicó que “en el segundo grupo, se intervinieron a la fecha 10 ovinos, a los que se les colocó internamente (dentro de la luz del injerto) el soporte que permite mantener la luz del injerto permeable”. Cinco ovejas sobrevivieron al procedimiento. Es notable el resultado de la transferencia de un tejido diferente al de la tráquea, como es la aorta. Fue interpuesto luego de resecar unos 5 centímetros de tráquea sin ningún suministro de sangre ni protección inmunosupresora, colocando un soporte permanente de un material que no es rechazado por el organismo como es el polipropileno.
El fenómeno que sucede es “sorprendente”, a juicio de Sereno y Luján: “El tejido aórtico se necrosa y es reemplazado por tejido inflamatorio. Un nuevo tejido similar a la tráquea comienza a formarse, aparecen islotes de cartílago, se recubre el soporte por epitelio respiratorio. Posteriormente, anillos de cartílago hasta, finalmente, luego de varios meses, la membrana posterior”. Con esta expectativa de una “neotráquea”, como la llamó Luján, cinco ovinos sobreviven: dos lo hacen por 30 días; uno, 90 días, otro, 150 y el restante, 360 días.
Sobrevida y cría
Para los investigadores “es de interés comentar un evento incidental, no protocolizado, ya que la oveja hembra que sobrevive 150 días fue preñada postrasplante por el macho que cumple un año luego del procedimiento. Cursó su preñez sin dificultad, y su seguimiento se realizó con ecografías periódicas para evaluar el estado y avance de su preñez, dio a luz y su parto fue normal sin asistencia. Este episodio no alteró ni modificó el curso natural de la evolución del aloinjerto”.
El director de la investigación valoró que “estos resultados parciales alientan a seguir con el trabajo, procurando tener un número mayor de casos intervenidos y disminuir la morbimortalidad, y hacer de este método un aporte más a la ciencia médica, a la vez que pasar de una investigación experimental a una alternativa clínica”.
El proyecto de investigación en medicina y cirugía se lleva a cabo desde hace tres años y es encabezado por el doctor Héctor Schiaroli, a quien acompaña un equipo multidisciplinario. Interactúan el servicio de Cirugía de tórax del hospital y el área de Medicina y cirugía experimental del departamento de Clínica animal de la Facultad de Agronomía y Veterinaria (FAV) de la Universidad Nacional de Río Cuarto y un docente de la Universidad Nacional de Tucumán.