En Mendoza, diversas especies de carnívoros nativos acechan los rebaños de productores ganaderos de la zona. La solución predominante ha sido la persecución y la matanza de los animales silvestres, una estrategia que plantea interrogantes, principalmente en materia de conservación de la biodiversidad.
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La escalada del conflicto se atribuye al avance constante de las actividades humanas sobre vastas extensiones de territorio, generando una superposición entre los hábitats de los carnívoros nativos y las tierras destinadas a usos humanos. Para abordar esta problemática, especialistas de la Universidad Maza desarrollan un proyecto de investigación en el marco de la convocatoria PICTO 2019 Universidades de Mendoza, en donde la Universidad Maza obtuvo financiación para siete proyectos de 23 seleccionados en total.
Superposición de hábitats
El trabajo utiliza una metodología mixta que combina técnicas cuantitativas y cualitativas para alcanzar una comprensión más profunda y holística de la situación. El objetivo final del proyecto es proporcionar información sólida que contribuya a la formulación de estrategias de manejo sostenible y soluciones efectivas que permitan la coexistencia armoniosa entre la producción ganadera y la biodiversidad.
Dimensiones sociales, sanitarias y biológicas
El equipo, liderado por la doctora Paula D'Amico aborda tres aspectos cruciales: el social, el sanitario y el biológico. En el ámbito social, se enfocan en analizar las percepciones y los significados socioambientales que los crianceros y los agentes estatales tienen sobre esta interacción. En el aspecto sanitario, buscan identificar las especies que componen la comunidad parasitaria en las interacciones entre carnívoros nativos y ganado doméstico. Finalmente, en relación a los aspectos biológicos, se propone identificar las especies de carnívoros nativos que interactúan con el ganado y estimar su abundancia.
“Los carnívoros nativos suelen atacar al ganado menor, principalmente caprino y ovino y, en menor medida, al bovino. Entre las especies identificadas en la provincia de Mendoza que atacan al ganado se encuentran el puma (Puma concolor), el zorro colorado (Lycalopex culpaeus) y el zorro gris (Lycalopex griseus)”, explica D’Amico.
Frente a los reincidentes ataques, los productores suelen recurrir a la persecución directa y matanza de la fauna silvestre mediante trampas o el uso de cebos tóxicos. “Estos últimos afectan, además, a otras especies, como aves carroñeras, principalmente el cóndor andino”, señaló D’Amico a Argentina Investiga. A pesar de este escenario, según la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM), el puma y las dos especies de zorros están categorizados como de preocupación menor (LC), lo que significa que no están en riesgo de extinción.
Una normativa poco eficaz
Aunque en la provincia de Mendoza existe el Fondo Especial de Compensación para Productores Ovinos y Caprinos Afectados por la Depredación de Carnívoros Silvestres (Ley N.º 8846, sancionada en el año 2016), los productores advierten que es de muy escaso cumplimiento debido al procedimiento dificultoso para demostrar la matanza de los animales domésticos por parte de los carnívoros.
El futuro del proyecto
Con una perspectiva interdisciplinaria y la colaboración entre científicos, crianceros y organismos estatales, se espera avanzar hacia un escenario en el que el conflicto actual pueda transformarse en una coexistencia pacífica y beneficiosa para todas las partes involucradas.
En la actualidad, el proyecto se encuentra en la etapa de trabajo de campo: han realizado entrevistas para el objetivo social y ahora continuarán con las acciones tendientes a desarrollar el objetivo biológico y veterinario.
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La doctora D’Amico destaca que “en la literatura sobre el tema, se plantea la necesidad tomar medidas de control no letal por parte de los productores, algunas de las más utilizadas son la colocación de dispositivos lumínicos y sonoros en corrales y bebederos, así como la utilización de perros protectores de ganado, que pareciera arrojar mejores resultados”.
