“En la Patagonia, tenemos una región apta para generar energía mareomotriz debido a la amplitud de las mareas. Lo ideal sería desarrollar un sistema que se beneficie con las mareas sin necesidad de instalar turbinas que pudieran dejar huellas negativas en la flora y la fauna, o construir represas con gran impacto visual”, señala a Argentina Investiga Celina Baluczynsky, alumna de Ingeniería Industrial. Es autora del trabajo “Mareomotriz: la energía potencial de las mareas patagónicas como iniciativa de desarrollo de nuevas tecnologías”, que la hizo acreedora a una importante beca para Jóvenes de alto potencial brindada por el IAE Business School, gracias al primer premio obtenido en el seminario de estudiantes de Ingeniería Industrial y carreras afines.
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Su desarrollo se basa en colocar un sistema que aproveche la suba y baja de las mareas en los puertos de la Patagonia, a partir de la colocación de sistemas que transformen ese movimiento en energía rotacional y, luego, en energía eléctrica, es decir, obtener energía a partir de recursos naturales renovables y amigables con los ecosistemas costeros. “En el puerto San Antonio Este (provincia de Río Negro) la marea sube y baja dos veces por día. Cada desplazamiento dura cerca de 6 horas y la diferencia de altura es -en promedio- de 5 metros entre bajamar y pleamar. El puerto tiene dos muelles de distintas características, ambos se encuentran vinculados a tierra por un viaducto de 290 metros de largo. El muelle de ultramar es fijo, de concreto. El otro es un muelle flotante, que se comunica con el viaducto por medio de una rampa articulada de 48 metros”, ilustra.
“Si se dispone de un generador eléctrico, lo que se necesita es una energía rotacional para alimentarlo. Pero, ¿cómo transformar la energía potencial en energía mecánica rotacional? mediante pontones y cremalleras. El pontón sube y baja realizando un movimiento rectilíneo, no se va hacia los costados, dado que está fijo por los pilotes. El viaducto al que está conectado también está fijo, y tiene la altura necesaria para que no lo tape la marea. Se puede colocar un mecanismo piñón cremallera entre el pontón y el viaducto”.
Según su trabajo, la velocidad con la que gira el piñón es muy poca. De hecho, es la misma con la que se desplaza el pontón y que está relacionada con la suba de mareas. Dentro de esta rueda dentada se puede colocar un engranaje planetario, que es una rueda dentada por dentro con pequeños engranajes en su interior. El engranaje planetario gira en forma solidaria con el piñón de la cremallera, pero la velocidad del piñón central es mayor. Este pequeño piñón central es el que hará girar el rotor del generador. De esta manera, se convierte la energía potencial de las mareas en energía eléctrica, mediante el paso por mecanismos de los engranajes.
“La potencia de entrada al generador sería de 72 kw por día (18 kw por cada subida, que son dos, y por cada bajada, que también son dos). Esta potencia es la ideal ya que no se consideraron las pérdidas por rozamiento o los efectos del medio ambiente. Como se puede apreciar, es una potencia pequeña si se compara con las grandes centrales energéticas, pero también hay que tener en cuenta que con este mecanismo se utiliza una sola cremallera, un solo piñón, un solo generador. La distancia del pontón que está frente al viaducto es de unos 20 metros. Como futuros ingenieros industriales podemos calcular la cantidad viable de cremalleras, piñones y generadores que pueden ponerse en el pontón y, de esta manera, multiplicar la potencia. Es un sistema que puede ubicarse en cualquier puerto de la Patagonia”, detalla la estudiante.
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Sobre la motivación para abordar este tema, Baluczynsky cuenta que “como futuros profesionales, abordar este tipo de tecnologías innovadoras reafirma nuestro compromiso con el análisis de las problemáticas actuales, para mejorar nuestros puntos de vista respecto de la generación de energía utilizando la menor cantidad de recursos posibles y manteniendo el equilibrio social, económico y ambiental. Podemos hacer de estas tecnologías soluciones eficaces, eficientes, con costos cada vez menores y con mayor rendimiento”.