Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias estudian cómo integrar a la planta Modiolastrum gilliessi o Malva Rastrera al uso diario, por su potencial ornamental, la cual no es aún explotada comercialmente. La tarea se realiza mediante el aumento del germoplasma existente.
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La Modiolastrum es una especie nacional dentro del grupo de las Malvaceae, que se distribuyen desde el centro al norte del país. Es una planta perenne que da flores con pétalos de color rojo violáceo. Es conocida vulgarmente como malvavisco o maltiva del campo.
El germoplasma es el material a través del cual es posible desarrollar nuevos individuos en general. Dentro de estos, el de “elite” representa a los mejores materiales dentro de un programa de mejoramiento genético, ya que posee un comportamiento agronómico probado y resistencia a las inclemencias del clima.
En muchos casos, para mejorar una especie se utiliza la incorporación de un germoplasma exótico, es decir, un genotipo disponible en otras regiones o que no es comúnmente utilizado. Los investigadores, encabezados por César López, apuntan al avance genético para producir modificaciones en la carga genética y conseguir híbridos mejorados a partir de la alteración o modificación de la herencia de las plantas, y así obtener variedades o híbridos mejorados genéticamente, adaptados a condiciones específicas y de mayores rendimientos, tanto económicos como orgánicos.
“En los procesos de mejoramiento, en un alto porcentaje se utiliza lo que ya se sabe que es más rendidor, porque cualquier incorporación puede alterar este comportamiento”, explica el investigador, y agrega: “Existe la misma probabilidad de incorporar alelos beneficiosos que aquellos que nos resultan desfavorables”.
En el caso de la Modiolastrum, el mejoramiento consistió en aumentar la base de germoplasma existente, descubriendo las variedades que poseen las características ornamentales apropiadas, así como la resistencia al estrés biótico y abiótico.
La etapa inicial del estudio determinó que la planta efectivamente posee un alto potencial ornamental, que produce buena cantidad de semillas y que evoluciona bien en el invernáculo, adaptándose a las condiciones presentes en los jardines.
López detalla: “En esta etapa recolectamos información que contribuye al conocimiento de la variabilidad existente y, al mismo tiempo, favorece a la explotación sustentable en beneficio de los sistemas productivos nacionales”.
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El estudio permitió encontrar poblaciones con gran potencial ornamental y con alelos genéticos favorables que no estaban presentes en la especie inicial. Las cuales fueron optimizadas tanto en su rendimiento como en su calidad vegetativa.