Los equipos regionales de investigadores (sordos y oyentes) se reunieron en Trabajo Social.
“Caleidoscopio del reconocimiento: historias de la comunidad sorda argentina en clave cartográfica” es el proyecto de Desarrollo Tecnológico y Social que dirige María Eugenia Almeida desde la Facultad de Trabajo Social de la UNER. La profesional detalló el objetivo del trabajo, que está centralizado en “reconstruir las historias de los sordos y sordas argentinos a partir de una cartografía que los recupere colectivamente. El propósito es aportar a los procesos de visibilización y reconocimiento de esta comunidad lingüística y cultural minorizada”.
> Leer también: Crean mapas táctiles para ciegos.
¿Cómo surge la propuesta, más allá de la trayectoria del equipo en ese sector comunitario?
Este proyecto surge a partir de un espacio de capacitación para personas sordas interesadas en aprender la enseñanza de su propia lengua, la lengua de señas argentina, que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Entre Ríos entre 2013 y 2015. En estas instancias y a partir de un módulo en el que se trabajó específicamente Historia-Historia de la Comunidad Sorda, fue que los participantes, sordos de diferentes puntos del país, empezaron a preguntarse qué pasaba con sus historias y la consecuente necesidad imperiosa de recuperarlas. Oportunamente, se lanza una convocatoria desde la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional -CIN- para presentar propuestas, y es entonces que el equipo a cargo de la capacitación advirtió una oportunidad para viabilizar la demanda de la comunidad sorda. En este sentido y frente a la relevancia e impacto de la temática, fue que en el grupo responsable del proyecto de investigación confluyen hoy investigadores de tres universidades nacionales: Universidad Nacional de Entre Ríos, Universidad Nacional de Villa María y Universidad Nacional del Comahue.
El desarrollo de este proyecto implica una importante participación de la comunidad sorda, en lo que refiere a recuperación de testimonios, documentos y sistematización, como así también las historias singulares que los atraviesan y que constituyen la urdimbre sobre la que se teje la historia colectiva.
Trayecto histórico: se puso en marcha, en la Facultad de Trabajo Social, una capacitación para sordos en la enseñanza de la lengua de señas, que inició en 2013 y que reunió por dos años consecutivos a alrededor de cien sordos y sordas de todo el país, en una de las primeras experiencias de formación sistemática para sordos y sordas dictada en su propia lengua en el marco universitario. Al mismo tiempo, se dictó un Seminario de Historia general e Historia de la comunidad sorda argentina por un docente sordo y una docente oyente, también en el mismo año. Este espacio reunió a más de 80 sordos de todas partes del territorio nacional y también a un buen número de oyentes. A partir de este trabajo conjunto entre docentes del área de las Ciencias Sociales e Historia y miembros de la comunidad sorda, se pudo advertir el inmenso interés que este tema despertó entre los participantes de diversas regiones. Fue entonces que un grupo de sordos comenzó a plantearnos la posibilidad de hacer un trabajo conjunto para recuperar y registrar historias diseminadas en sus diferentes lugares de procedencia.
¿Aquí surge la realización de una cartografía?
Sí; nos proponemos hacer una cartografía de esta historia articulando procesos colectivos de reconstrucción histórica en todo el país, con herramientas tecnológicas digitales que fijen ese conocimiento. La LSA como lengua viso gestual requiere de dispositivos específicos de sistematización para que lo producido pueda ser transmisible tanto a todos los sordos del país como a los ciudadanos argentinos en general. Organizar estos relatos en un soporte material que permita su socialización, difusión e intercambio también será parte de este desafío. La propuesta implica ofrecer herramientas metodológicas específicas de la historia a todos los que conforman el proyecto para realizar el trabajo de manera conjunta. Asimismo, nos proponemos diseñar estrategias que nos permitan llegar a la mayor cantidad posible de asociaciones de sordos del país y a los referentes comunitarios de diversas regiones, para recuperar saberes diversos e incluso contrapuestos sobre las marcas colectivas de la comunidad y poder construir “no un relato histórico sino relatos comunitarios distintos”.
> Leer también: Una trochita en la provincia de Buenos Aires.
La construcción de una cartografía será un modo de mostrar la diversidad y la densidad teórica y temática de una comunidad hablando de sí misma en perspectiva histórica. El caleidoscopio como metáfora del trabajo que desarrollamos resulta ejemplificador de lo que buscamos: imagen mínima, movimiento, reconstrucción, transformación, nueva imagen, nuevas formas, todo en una trama común que se liga, se aleja, se reúne. Memoria y movimiento como imagen que condensa el espíritu de esta investigación.
María Eugenia Almeida, investigadora de la facultad de Trabajo Social (UNER)