El prototipo fue desarrollado en el Grupo de Ingeniería en Rehabilitación (GRIER) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FaCENA UNNE) en respuesta a demandas observadas en el marco de actividades desarrolladas por el grupo en instituciones para discapacitados y establecimientos que proveen audífonos. El desarrollo se realizó en el marco de un proyecto final para la obtención del título de grado de Ingeniero en Electrónica.
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La “oreja electrónica”, como la denominaron, “permite caracterizar un auricular comercial, especialmente aquellos que son utilizados en estudios de audiometría”, explicó a Argentina Investiga Mauro Gabriel Bravo Barranco, quien tuvo a cargo la realización del prototipo en el marco de su trabajo final de graduación, bajo la dirección del magíster ingeniero Guillermo Lombardero y el doctor ingeniero Víctor Toranzos, del GRIER.
El prototipo fue contrastado con un equipo comercial del Gabinete de Fonoaudiología del Instituto Helen Keller de la ciudad de Corrientes y los resultados que se obtuvieron fueron satisfactorios.
El desarrollo consistió en la instalación de un micrófono ubicado en una cavidad equivalente a una oreja, que fue realizada con impresión 3D y colocada en una cabeza de poliestireno expandido, cuyas dimensiones se corresponden con las de una persona adulta.
El sistema consta, además del micrófono, de amplificadores y filtros selectores de frecuencia, así como la electrónica requerida para convertir la señal de audiofrecuencia en un valor promedio de amplitud sonora.
El objetivo inicial, según detalla el autor del trabajo, fue determinar la relación entre la tensión necesaria para excitar un auricular y la presión sonora a la salida de los auriculares. Se ensayó este parámetro en auriculares de uso estándar con tonos de 250 Hz, 500 Hz, 1 kHz, 2 kHz, 4 kHz y 8 kHz, y para estimar la distorsión armónica total del sistema se inyectó un tono de 1 Pascal a la frecuencia de 1 kHz en los auriculares y se registró la respuesta de la “oreja electrónica”.
El instrumento desarrollado mide la presión sonora a la salida de un auricular en un rango de 80 dB hasta 100 dB, y la exactitud obtenida por el instrumento fue de 2 dB, lo cual fue considerado aceptable para el uso propuesto, el que contempla la utilización de auriculares económicos para la realización de audiómetros para pre-diagnóstico en ambientes escolares.
Los investigadores destacan que el desarrollo logrado brinda una respuesta a demandas planteadas desde las instituciones e incluso desde un establecimiento privado que trabaja en la comercialización de audífonos.
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Señalan que con ciertas modificaciones, podría utilizarse el dispositivo para caracterizar estudios de grabación, cabinas sonoamortiguadas, así como también materiales acústicos con paneles fonoabsorbentes o distintos fonacs (aislantes acústicos).