Dra. Guillermina Giordano
La doctora Guillermina Giordano, investigadora de la UNSL, analiza una diversidad amplia de peces de diversos afloramientos en la provincia de San Luis, con registros del mesozoico, sobre todo del cretácico (división de la escala temporal geológica que pertenece a la Era Mesozoica).
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El proyecto que dirige se llama “Patrones morfológicos en aletas actinopterigios mesozoicos de ambientes continentales y sus implicancias evolutivas”, y fue seleccionado para recibir financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT).
Giordano, junto a un grupo de colaboradoras, continuará investigando ciertos patrones morfológicos del poscráneo y las aletas de especies de peces que habitaron la región cuyana. “Incluimos peces fósiles también del triásico, que son de la Cuenca Cuyana, y de allí se derivan relaciones con investigadoras de Mendoza” indicó al especialista a Argentina Investiga.
En la actualidad, en el país, son alrededor de diez los científicos que se dedican exclusivamente a investigar peces fósiles. Giordano es una de ellas. Ella explica que se estudiarán patrones morfológicos asociados a las aletas de los peces para compararlos y armar bases de datos, con el fin de obtener características que sirvan para después incluirlas en matrices de datos y lograr armar árboles evolutivos, con los que se interpreta y comprende la historia de algún grupo específico de organismos, por ejemplo, de peces.
“Mi proyecto no tiene un enfoque paleoambiental pero sí una de las colaboradoras se dedica a estudiar más la taxonomía de los fósiles, es decir, qué le pasó a ese organismo desde el momento en que murió hasta que lo encontramos hecho un fósil (…) Estos estudios permiten inferir ciertas características del ambiente donde habitaron esos organismos. Esto contribuye a entender el contexto paleoambiental y paleobiológico en el que se desarrollaron”, dijo Giordano.
Con el financiamiento recibido, que supera los 900.000 pesos, planean realizar dos campañas de campo: una a los afloramientos de San Luis, sobre todo en la parte de la Sierra del Gigante, y otra al norte de Mendoza, al límite con San Juan, en un afloramiento donde se colectan los peces fósiles triásicos.
Por otra parte, el proyecto contempla realizar visitas a colecciones de museos. “Eso hacemos bastante quienes estudiamos esta ciencia: ir a distintas instituciones donde hay depositados especímenes fósiles y poder registrar y estudiar lo que ya hay colectado”, dijo.
¿Qué cantidad de especies se estudian? En total, como número aproximado, son unas diez especies, que la doctora Giordano tomaría como base para poder iniciar la base de datos comparativa.
Según relata la científica, los peces son muy diversos y han habitado desde hace mucho tiempo en el planeta. Su evolución es muy larga y es por ello que los/as científicos los dividen en grupos para poder estudiarlos. “En mi caso estoy tratando de entender la evolución de unos peces con escamas ganoides, los cuales tienen el cuerpo bien brillante porque tienen una especie de esmalte sobre las escamas”, dijo.
Se calcula que las especies encontradas en San Luis datan de unos 110 millones de años y las encontradas en Mendoza datan de unos 230 millones de años. “Para que el público en general lo entienda, serían peces de toda la era en la que vivieron los dinosaurios”, expresó la científica, quien empezó a estudiar peces fósiles cuando se encontraba terminando su Licenciatura en Ciencias Biológicas.
Datos
Las especies de peces fósiles descriptas actualmente para San Luis son todas cretácicas. Estas son: Neosemionotus puntanus Bocchino, 1973; Zurupleuropholis quijadensis Giordano, Succar, Codorniú, Cione y Arratia, 2018; y Zurupleuropholis decollavi Giordano, Succar, Codorniú, Cione y Arratia, 2018. Luego hay cuatro especies de Neopterygii ganoideos sin nominar y un grupo de Chondrostei sin estudiar .
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Integran el grupo de trabajo Guillermina Giordano (directora), Andrea Arcucci, y Sofia Suárez Davi (estudiante) del Departamento de Biología (UNSL); Adriana Mancuso IANIGLA CCT-Mendoza, Conicet; Cecilia Benavente IANIGLA CCT-Mendoza, Conicet y FCEN UNCuyo; y Gloria Arratia del Biodiversity Institute, de la University of Kansas (USA).