Agotados de recrear antiguas técnicas y aprovechando la tecnología actual, ceramistas de la UNCuyo trabajan en el desarrollo de porcelana con materia prima local. Este material, tan tradicional y milenario, siempre puso trabas a los artistas argentinos debido a que su producción requiere de la importación de ciertos materiales. Sin embargo, desde hace un año, un grupo de artistas de Mendoza busca revalorizar a la porcelana como material para la producción de obras de arte y para uso industrial.
El proyecto está dirigido por el profesor Elio Ortíz, al que acompañan Clara Marquet y Liliana Sammarco. “Hasta el momento estamos trabajando en ensayos y experiencias de pequeño formato y en breve inauguraremos un horno de alta temperatura que nos permitirá realizar trabajos de mayores dimensiones y, por el sistema de automatización que posee, podremos sistematizar los ciclos de cocción y trabajar con atmósfera controlada”, explicó Sanmarco a InfoUniversidades.
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El proyecto fue llamado “Picto-Arte” y busca determinar la posibilidad de fabricar una porcelana con buenas propiedades físicas y estéticas, y con la mayor cantidad de materias primas nacionales posible. El desarrollo de pastas vítreas similares a la porcelana es una cuenta pendiente desde siempre en Mendoza y el país, dado que la escasez de materias primas es el mayor inconveniente para su producción. Y en Cuyo la dificultad ha sido histórica. “Mientras los principales centros de producción oriental y europeos ya habían incorporado la porcelana desde sus inicios a las producciones artísticas, en nuestra región sólo hubo experiencias aisladas, sin continuidad de desarrollos culturales y artísticos que utilicen las cerámicas de alta temperatura como medios de expresión”, dice Sammarco.
Para la docente, el hecho de trabajar en este campo se debe a la necesidad de renovar el oficio del ceramista hacia otras áreas menos desarrolladas que requieren de una tecnología especializada. “El proyecto pretende cubrir esta necesidad y construir las bases de una producción que amplíe las posibilidades materiales y simbólicas de la cerámica contemporánea”.
Un microemprendimiento
Los investigadores explican que la carencia en nuestro país del uso de porcelana para producciones artísticas reside en la complejidad técnica propia del material, como por ejemplo las temperaturas de trabajo requeridas, la pureza de materias primas y las dificultades de moldeo o modelado (dado que se trata de materiales poco plásticos).
Existió en la Argentina una producción variada de productos de porcelana, pero su desarrollo se limita a la industria de la vajilla y a la de aisladores eléctricos de media y alta tensión. Por eso los artistas de la UNCuyo avanzan, en esta primera etapa, hacia la producción de pastas vítreas para usos estéticos.
“Picto-Arte” cuenta con financiación de la Universidad y de la Secretaría de Ciencia y Técnica para la tecnología y requiere: hornos de alta temperatura (de 1.300 a 1.400º C) adecuados a cocciones de atmósfera controlada, e importación de materias primas como el caolín, que además se pierde significativamente durante el proceso de producción.
“Uno de nuestros mayores esfuerzos con Picto-Arte -dice Sammarco- es fabricar una porcelana nacional de calidad, por ello realizamos un relevamiento de minerales nacionales que nos permita cumplir este objetivo”. Y proyecta un microemprendimiento: “No descartamos que a mediano plazo, como fruto de los proyectos de investigación podamos, a través de la Facultad, orientarlo a la producción de especialidades en porcelana, como el material que se utiliza para laboratorios: crisoles, cápsulas, morteros, pilones, ollas para molienda excéntrica, o a bolas, filtros, etcétera, cuya producción está desapareciendo en el país”.