El recurso leñero es utilizado por las amas de casa para cocinar y, en general, por pobladores de zonas periurbanas o rurales que no pueden acceder a garrafas de gas, gas de red, cocinas eléctricas o microondas. De esta manera, la leña es una necesidad para quienes producen comidas artesanales y también para algunas escuelas, iglesias y comedores de zonas periféricas.
> Leer también: Estudian zonas de incendio y su influencia en la vegetación.
La extracción de leña con estos fines genera un desbalance del recurso forestal, ya que no se renueva con posteriores plantaciones. Existen mercados de leña formales, no formales e informales. Sólo el formal tiene un sistema de comercialización que implica pago de impuestos como el IVA, mientras que el mercado alternativo no está registrado por el Estado. Es por eso que investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero realizan estudios con respecto a los usos no formales del recurso forestal, para determinar estadísticas y obtener datos científicos del uso popular de la leña.
“Esto no está contemplado en las estadísticas a nivel país. Por eso tratamos de realizar un relevo de la gente que cocina con leña que, según las encuestas, es el 23%, cantidad que se corresponde con las personas que viven bajo índices de pobreza o indigencia. Con este estudio se busca generar datos estadísticos del recurso forestal faltante no registrado”, explicó a Infouniversidades la directora del proyecto, Ingeniera en Industrias Forestales Silvia Vélez.
Para lograrlo, se actualizaron los datos del consumo doméstico de leña en la periferia de la ciudad capital de Santiago del Estero, donde se les hicieron encuestas a los pobladores. Uno de los problemas detectados fue que las unidades de medida expresadas por los lugareños eran muy diferenciadas, por ejemplo: “Un montoncito, una carrada, un atado de leña”, etc. Esta incertidumbre se superó a través de trabajos de campo con la realización de mediciones en kilogramos.
También se analizaron las distancias recorridas en busca de leña, con el aporte de información proveniente del monitoreo satelital. Para ello se hizo un croquis de las zonas de recolección, que fueron medidas en kilometrajes, y el satélite utilizado fue de gran ayuda para establecer con exactitud los lugares.
Se midió la cantidad de humedad en la madera con un xilohigrómetro, aparato que tiene dos clavos que se insertan en la madera para realizar este tipo de mediciones. Este aspecto se tuvo en cuenta en el proyecto porque la leña seca tiene mejor rendimiento calorífico, además de prenderse fuego con mayor rapidez que la leña verde. Por último se procesaron los datos con el programa estadístico Infosat, y se hicieron los promedios de las mediciones de cantidad, humedad, peso, largo y frecuencias de la leña en estudio.
> Leer también: Innovador software para enseñar Estadística.
El registro es un gran aporte para las entidades privadas y gubernamentales, ya que serviría para que se presenten proyectos que apunten a solucionar este problema, debido al desconocimiento de la real oferta y demanda del recurso forestal, en donde se estima una extracción 20 veces superior a la registrada. “Lo que hacemos es tratar científicamente el consumo de leña del mercado no formal de uso popular”, explicó el grupo de investigadores.