Casquete especial de 128 electrodos colocado en la cabeza del paciente para proceder a la localización e identificación de lo electrodos.
El desarrollo del proyecto ya permite verificar a través de métodos electroencefalográficos (EEG) las señales que hacen posible detectar con precisión el momento en el que ocurren las crisis, lo que además de constituir un gran avance, facilita al médico el análisis de esos registros (EEG), que se realizan durante 72 horas aproximadamente. A través de estos registros, pudieron extraerse los componentes más relevantes de la señal que influyen en cada crisis y así localizar los electrodos próximos a la zona generadora. Por otro lado, se procesaron imágenes de tomografía y resonancia para entregar al médico un estudio que contenga las imágenes de las estructuras cerebrales y la ubicación exacta de cada electrodo, junto a su etiqueta identificadora.
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Alternativa terapéutica
De acuerdo a los fundamentos del proyecto, llamado “Determinación del foco de descarga en pacientes epilépticos mediante técnicas de procesado de señales e imágenes biomédicas”, que es financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, “en la actualidad se estima que cerca del 1% de la población general padece epilepsia, y el 20% de esos pacientes son refractarios a la terapéutica farmacológica clásica, es decir que sufren un deterioro significativo en su calidad de vida, además de generar altos niveles de morbimortalidad y muy elevado gasto del sistema de salud, tanto público como privado”.
Una alternativa terapéutica para los pacientes refractarios es la cirugía de epilepsia, por la que se lleva a cabo la disección del foco epileptógeno o sus vías de propagación. En este sentido, según explicaron a InfoUniversidades los investigadores responsables del proyecto -Eric Laciar Leber, Juan Pablo Graffigna, Raúl Otoya Bet y Máximo Valentinuzzi-, “los procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la epilepsia requieren de una correcta localización del foco de descarga. Con esa intención, los equipos multidisciplinarios de cirugía de epilepsia se valen de diversas técnicas de exploración y evaluación funcional del sistema nervioso, como la semiología de las crisis epilépticas, evaluación neuropsicológica, registro de señales electroencefalográficas (EEG), adquisición de diferentes modalidades de imágenes biomédicas, electrocorticografía y otras”.
La superación del método manual
Toda la información brindada por estas técnicas de diagnóstico son combinadas entre sí y analizadas en forma manual por médicos neurofisiólogos para estimar la localización del foco y sus vías de propagación. Los resultados de la metodología manual están lejos de ser ideales, lo que obliga a realizar resecciones más amplias, limitando la efectividad de la cirugía.
Para subsanar las deficiencias del método manual, el proyecto del Gabinete de Tecnología Médica tiene como objetivo general el desarrollo de diversos algoritmos de procesamiento de señales EEG e imágenes biomédicas multimodales para localizar, espacial y temporalmente en forma automática, el foco eléctrico de descarga en pacientes epilépticos. Para ello, se utiliza un casquete especial de 128 electrodos colocado en la cabeza del paciente. A la fecha, los investigadores desarrollaron técnicas para detectar de manera automática las crisis ictales en señales EEG y se implementaron métodos de procesamiento de imágenes para localizar e identificar los electrodos en diferentes modalidades diagnósticas.
Con la investigación realizada hasta ahora, pueden entregarse al médico los intervalos de crisis detectados en las señales de EEG junto a la localización precisa de cada electrodo en imágenes anatómicas.
Hacia un método matemático de detección
El proyecto ya está desarrollado en un 60% y las actividades futuras se centrarán en la generación de modelos matemáticos que permitan ubicar automáticamente el foco. De esta manera, podrá presentarse al médico la ubicación exacta sin tener que procesar manualmente un gran volumen de datos. Los algoritmos requerirán a su vez la validación clínica por parte del equipo médico.
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De este modo, la investigación no sólo permitirá detectar automáticamente los intervalos donde ocurren las crisis epilépticas y localizar espacial y temporalmente en forma automática el foco eléctrico de descarga en pacientes epilépticos, sino también mejorar la exactitud en la localización del foco, evitar posibles cirugías de diagnóstico (electrocorticografía) y enriquecer el pronóstico de la terapia quirúrgica.
Imágenes de las estructuras cerebrales y la ubicación exacta de cada electrodo junto a su etiqueta identificadora.