Los avances tecnológicos acercan al futuro y las ventajas están al alcance de la mano o, en este caso, de un celular. Un sistema de control a distancia que permite, a través de un mensaje de texto, recibir información desde un domicilio y dar órdenes a ciertos dispositivos del hogar fue desarrollado por los ingenieros en Electrónica Alejandro Nasca, Marcial Giampaoli y Christian Fernández.
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Las partes del todo
“Hicimos un equipo de domótica. A través de un simple mensaje, podés prender el aire acondicionado o recibir información sobre la alarma o las puertas que están abiertas”, explicó Nasca en diálogo con InfoUniversidades.
La palabra domótica (domus: casa; y tica: automática) hace referencia a los sistemas que aportan diversos servicios para automatizar una vivienda. Entre ellos, la seguridad, la gestión energética y la comunicación. Estos sistemas se integran por medio de redes y su control puede ejercerse desde afuera o adentro del hogar. En Argentina el término empieza a aplicarse a partir de la década de 1990 para aludir a “la casa del futuro”, por parte de empresas de tecnología que comienzan a desarrollar las primeras aplicaciones.
El control a distancia creado por los investigadores se vale de la tecnología del Sistema Global para las Comunicaciones Móviles (GSM), un sistema estándar para la comunicación mediante teléfonos celulares. Por medio de esta herramienta, el usuario puede enviar y recibir mensajes por correo electrónico, fax y celular o navegar por Internet.
“El control a distancia está orientado a una mirada domiciliaria. La idea es poder vigilar o supervisar una vivienda -indica Giampaoli-, de ese modo, se puede saber si se activó alguna alarma al abrirse la puerta o si se puso en marcha algún sensor de movimiento porque alguien está en el jardín”. Ante cualquiera de estos eventos, la señal viaja a los distintos sensores ubicados en puntos estratégicos de la casa. Desde allí, se envía y se reciben indicaciones que permiten activar o desactivar los diversos dispositivos programados.
“Lo que hagan los sensores va a depender de cómo lo configure cada persona. Por ejemplo, si se va a aplicar en un taller o depósito, puede orientarse a la seguridad. Entonces, habrá sensores de movimiento en las puertas. En cambio, si el dispositivo se encuentra en una quinta, puede configurarse para manejar el riego automático o algún depósito de agua”, diferenciaron.
Funciones a medida
Los sensores utilizados en el proyecto son estándar, los mismos que pueden encontrarse en los sistemas de alarma convencionales, aunque, de acuerdo a la necesidad del usuario, pueden modificarse: “Si la alarma no censa temperatura y yo quiero que lo haga, se puede hacer”, explicó Nasca. El teléfono celular implicado en el procedimiento también puede ser uno estándar, sólo que el domicilio debe tener un módem que registre los mensajes recibidos de los números designados por el usuario.
“Así, logramos que no cualquiera pueda activar o desactivar los comandos. En las primeras líneas del mensaje de texto se usa un código personal. De ese modo, no sólo el número de celular debe ser el indicado, sino que también la clave debe ser la correcta”, expresaron.
Múltiples utilidades
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Esta invención permite manipular eventos en el domicilio personal, por ejemplo, prender las luces del jardín, activar o desactivar la alarma, encender la calefacción, activar el sistema de riego o bombear agua. Todo depende de cómo el usuario decida preestablecer los mensajes de texto. Entre los sucesos registrados, también se encuentran el desborde de tanques de agua o la activación de alarma por incendios. “Ante cualquier evento de ese tipo, se manda un mensaje preprogramado al celular de las personas destinadas”, concluyeron los investigadores.