“Comunicación y nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC’s). Su impacto en las relaciones sociales para el fortalecimiento del Capital Social”, es el nombre de la investigación realizada por docentes del departamento de Humanidades y Ciencias Sociales de esta Universidad.
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El proyecto del equipo, conformado por Gloria Mendicoa, Vanina Chiavetta, Fernando Bragazzi, Juan Martín del Valle, Mario Zimmerman, Angélica Álvarez y Mariela Gil Sánchez, se encuentra en marcha para examinar el potencial social de las TIC’s y su capacidad de construir comunidades.
Un nuevo entramado social
El estudio busca analizar “el impacto de la incorporación de las nuevas TIC’s a la vida cotidiana, sobre la formación y el funcionamiento del entramado social de los habitantes del partido de La Matanza”, explicó Chiavetta a InfoUniversidades.
De ese modo, se podrán “identificar los rasgos característicos del cambio en los hábitos de comunicación a partir de su inclusión, indagar sobre el impacto del uso de la telefonía móvil e Internet -mensajes de texto, chat, Facebook, foros y correo electrónico- en la trama de relaciones sociales, y diferenciar las características de las relaciones sociales virtuales de las relaciones sociales presenciales”.
“Estamos en una etapa inicial, pero cuando surjan los resultados, serán proveedores no sólo de aspectos teóricos que tengan que ver con el conocimiento, sino también de una etapa de trascendencia social. Vamos a explicar una nueva y compleja realidad”, indicó Mendicoa.
Patrones de interacción social
Según Chiavetta, “sería ingenuo desconocer el alcance y penetración actual de las tecnologías en la cotidianeidad”, ya que “podemos ver cómo los nuevos y viejos medios continúan interactuando de formas cada vez más complejas, sin haber desaparecido los viejos ni arrasado con todo el escenario los nuevos”.
Pero para dejar en claro en qué consisten las nuevas TIC’s, es necesario hacer una diferenciación: “Con nuevas nos referimos, en realidad, al ecosistema comunicacional planteado por Jesús Martín Barbero, también bautizado por Henry Jenkins como ‘Convergencia mediática’”, desarrolló Chiavetta. “Esta convergencia se refiere a un proceso más complejo que un simple cambio tecnológico, ya que altera las interrelaciones entre las propias tecnologías, los mercados y el mismísimo público”, resaltó.
Estas nuevas relaciones forman parte de una variable denominada “Capital social”, que “mide la colaboración social entre los diferentes grupos de un colectivo humano, y el uso individual de las oportunidades, a partir de tres fuentes principales: la confianza mutua, las normas efectivas y las redes sociales”.
Redes sociales: ventajas y desventajas
“Las tecnologías no resultan inocuas al tejido social y la influencia positiva o negativa en ámbitos familiares y cotidianos resulta difícil de determinar, dado que aporta aspectos sumamente beneficiosos, y otros, que se prefieren evitar, como la brecha entre los que acceden y los que no, que resulta un elemento acrecentador de otras brechas preexistentes (clase, educación, oportunidades laborales)”, explicó la docente.
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Mientras que para algunos la superabundancia de información promueve la superficialidad y el desapego en las relaciones, para otros, Internet facilita las interacciones sociales. “Por su expansión e intangibilidad, podemos perdernos en la red. Es responsabilidad del sujeto, de quien está en la red, lograr una conexión para fortalecer su encuentro con el otro. Que el usuario la use y no que sea al revés”, concluyó Mendicoa.