La intención es intervenir en el ámbito escolar y de esa manera evitar el acoso entre pares
Se denomina ‘bullying’ a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico, de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia que predomina es la emocional y se da, en la mayor parte de los casos, en el aula y en el patio de los centros escolares. Definir sus causas, consecuencias, límites y direcciones significa detectarlos, reconocerlos, analizarlos y adoptar una postura reflexiva para trabajar en materia de prevención.
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Para ello, un grupo interdisciplinario de investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP, encabezado por la profesora Celia Paladino, seleccionará una muestra poblacional de alumnos pertenecientes a escuelas primarias, de gestión estatal y privada, de la ciudad de La Plata. El sondeo incluye igual cantidad de mujeres y varones divididos por grupos etarios de 8, 10 y 12 años.
Una vez realizado el relevamiento se procederá a descifrar el complejo código de ideas y creencias contenidas en tales situaciones para elaborar un diagnóstico que contribuya a propiciar cambios conceptuales en docentes y padres. De este modo, se buscará construir una nueva representación sobre esa realidad.
Paladino señaló a Argentina Investiga: “Optamos por un diseño exploratorio de tipo cualitativo, cuya lógica sigue un proceso que parte de las experiencias vividas por los participantes con la finalidad de comprenderlos dentro del marco de referencia de ellos mismos, considerando a los chicos y chicas como actores principales para ser los comentaristas competentes de su propia vida”.
El maltrato entre escolares es un grave problema que tiene consecuencias negativas para el desarrollo subjetivo y la convivencia en el ámbito escolar. Por ello, la investigación apunta, en primer lugar, a conocer las representaciones sobre el maltrato entre pares, escuchando las voces de sus protagonistas. Asimismo, la intención es lograr una efectiva descripción de las semejanzas y diferencias por género y edad.
La Universidad Nacional de La Plata, a través de su prosecretaría de Asuntos académicos, ya tuvo un acercamiento a este problema social. En 2012 se creó el primer Observatorio de Prácticas de convivencia escolar en el sistema de pregrado universitario. La iniciativa se instrumentó a partir de una comisión inter-colegios, formada por representantes de los equipos directivos de la Escuela Graduada Joaquín V. González, el Colegio Nacional Rafael Hernández, el Liceo Víctor Mercante, el Bachillerato de Bellas Artes y la Escuela de Agricultura y Ganadería María Cruz y Manuel L. Inchausti, ubicada en la localidad de 25 de Mayo.
Vale aclarar que en nuestro país son escasos los conocimientos sobre cómo se representan las situaciones de maltrato entre escolares que las protagonizan o las presencian, por lo que este aporte podría ser sumamente valioso en la intervención escolar para evitar este tipo de prácticas.
En la opinión pública argentina, la temática del maltrato entre compañeros en las escuelas se instaló desde hace unos años a esta parte. Su tratamiento es recurrente en los medios masivos de comunicación, en especial cuando ocurre algún episodio de violencia extrema en las instituciones educativas. Pero también se observa que el tratamiento de este flagelo se extingue cuando la noticia en cuestión pierde interés.
Un informe de la Unesco- CEPAL de 2011, realizado en 16 países de América latina, reveló que la Argentina es el país que mostró las cifras más altas en cuanto a agresión verbal como insultos y amenazas entre alumnos de sexto grado. Además, se observó un alto nivel de violencia física entre pares, especialmente cuando se trata de los varones. Entre las formas de maltrato más frecuentes en América latina, los autores del informe identifican distintos tipos de insultos, apodos y sobrenombres; golpes, agresiones directas, robos; amenazas, rumores y la exclusión o el aislamiento social. Vale destacar que el bullying se ha extendido a las redes sociales, lo cual lo hace un problema mucho más grave ya que trasciende el entorno escolar.
Si bien existen muchas situaciones de acoso escolar que no son denunciadas, durante 2013 fueron notificados en el Sistema de Promoción y Protección de Derechos del Niño en la provincia de Buenos Aires cerca de 50 casos de acoso escolar.
Esta investigación se enmarca en otro trabajo previo, realizado en 2012 por Paladino y Damián Gorostiaga. De éste se desprenden importantes aportes, como la noción de que los niños conciben el maltrato como una práctica rutinizada y alcanza el estatuto de normalidad “entre amigos”, al que se refieren con la etiqueta eufemística “una broma”.
Por otro lado, perciben como conflictos de reconocimiento, que implica la búsqueda de aprobación e inclusión en el círculo del “nosotros”. Si no se logra esa aceptación, el individuo pierde su posibilidad de pertenencia, se convierte en “el otro”.
El bullying en números
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Entre los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se reporta que un 40 por ciento de los estudiantes declaró haber sido víctima de acoso; 25 por ciento haber recibido insultos y amenazas; 17 por ciento fue golpeado y un 44 por ciento dijo haber atravesado por algún episodio de violencia verbal, psicológica, física y -ahora- a través de las redes sociales.