El proyecto por el que se creó la flamante secadora solar –realizada con el objetivo de utilizar sólo energía renovable– fue ejecutado a través de la dirección de Vinculación Tecnológica de la UNLP, en forma conjunta con la secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Catamarca. La secadora fue diseñada y construida íntegramente por el Laboratorio de Calibraciones y Ensayos, el Taller Mecánico y los docentes de la Facultad de Ciencias Astronómicas.
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El prototipo fue trasladado a la Universidad de Catamarca y donado al Centro de Educación Agrícola, de la colonia Nueva Coneta en Capayán. Esta institución es un centro de Formación Profesional Agrícola, único por sus características en Catamarca, y será utilizado para realizar experiencias de secado de distintos productos y como instrumento de formación para los alumnos.
La mayoría de las frutas y los vegetales tiene un elevado contenido de agua, que va del 80 al 95%. El proceso natural de secado por exposición directa a los rayos solares es lento, los alimentos se secan mal, se pudren o se enmohecen, están expuestos al polvo, a insectos y otros animales que afectan la sanidad del producto. Así también, la exposición directa de los alimentos a los rayos solares puede ser perjudicial en cuanto a su calidad (pérdida del color natural, destrucción de vitaminas y valor nutritivo), debido a la acción de los rayos ultravioletas.
La construcción de secaderos solares utilizados para frutas, legumbres, entre otros productos, se basa en la aplicación de tecnologías que pueden ser de mediana complejidad, apropiadas para ser aplicadas tanto a nivel doméstico, pequeños productores y para industrias cooperativas. Su aplicación permite la conservación de alimentos, que al ser deshidratados mantienen una gran proporción de su valor nutritivo original, como así también sus propiedades organolépticas.
El equipo se basó en una mecánica de secado indirecto, en la que el colector y la cámara de secado están separados. El aire es calentado por el colector y la radiación no incide en forma directa sobre el producto. Este secador es esencialmente convectivo, por lo que el aire caliente que ingresa por el colector circula por la cámara del secado y extrae la humedad del producto. En la parte superior de la cámara de secado se encuentra aplicado un tiraje, que facilita la circulación del aire hacia el exterior en forma natural.
El proceso de secado elimina de los alimentos la cantidad de agua requerida para evitar las condiciones favorables para la aparición de efectos destructivos como moho, bacterias y enzimas; de esta manera se hace al producto más resistente y se lo puede conservar por más tiempo.
En la actualidad existen en nuestro país áreas muy productivas completamente aisladas, con escasa densidad poblacional y nulos recursos energéticos. Según apuntaron los especialistas a Argentina Investiga, una de las formas de incentivar estas regiones, mejorar y acrecentar la calidad de la producción de pequeños productores y ser competitivos, obliga a una necesaria reactivación de desarrollos tecnológicos en energías, fuera de las tradicionales o convencionales. La energía solar es una de ellas y este proyecto pretende garantizar un nuevo campo de análisis, aplicación, generación de recursos humanos y desarrollo tecnológico en esa área.
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El uso y la aplicación de este diseño en el campo de la generación de productos comerciales en el rubro alimentos permitirán impulsar dos áreas bien diferenciadas, la de desarrollos tecnológicos novedosos, realizados con materiales nacionales, y la formación de nuevos recursos humanos en el campo de la energía solar.