Gabriela Aguilar (Directora del proyecto) y Margarita Marmo (atesana) en una de las muestras de tejidos realizado con fibra y lana de llama y oveja
Las fibras naturales de origen animal es un filamento plegable parecido a un cabello, cuyo diámetro es muy pequeño en relación a su longitud. Las fibras son las unidades fundamentales que se utilizan en la fabricación de hilos textiles y telas.
Los animales que las producen han desarrollado pelajes de extrema suavidad y calidez, adaptados de forma única para soportar climas extremos. Los tejidos realizados con estas fibras muestran una elegancia natural que expresa refinamiento y buen gusto. Algunas fibras de lujo se obtienen de los animales de la familia de los camélidos. En esta línea, Marta Gabriela Aguilar, Ingeniera Zootecnista, investigadora del IAMRA (Instituto de Ambiente, Montaña y Regiones Áridas) de la Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC), especialista en el estudio de camélidos y su equipo de profesionales, trabaja en un proyecto que apunta a la industrialización artesanal de la fibra de origen natural de ovejas y llamas de la región de Famatina (La Rioja). A través del estudio realizado en esos camélidos pretende revalorizar el oficio de preparación de fibras naturales y la recuperación de técnicas de tejido ancestrales a través de capacitaciones a mujeres de Famatina.
Gabriela Aguilar explica a Argentina Investiga que la lana es la fibra natural más camaleónica, capaz de presentar una gran variedad de aspectos. Puede ser suave, cálida y sensual o áspera, resistente o funcional. Su flexibilidad inherente permite que sus mejores fibras muestren un aspecto lustroso, liso y elegante. Agrega que en la actualidad, el mercado de fibra de llama es muy pequeño y suele verse favorecido por las hiladoras manuales para ropa bilógica y artesanal.
En este contexto, Aguilar y su equipo de investigadores junto a un grupo de mujeres artesanas textiles de Famatina, la Rioja, ejecutan un proyecto donde a través de la capacitación enseñan a las mujeres de esa localidad los procesos de industrialización de la fibra de lana de llama y oveja. La enseñanza estuvo orientada al manejo de ruecas, teñido con tintas naturales usando materiales locales, en nociones básicas del fieltro y su confección, en telar, en mordería y diseño de prendas artesanales. También se capacitó en la conservación y calidad de lanas y fibras. Se instruyó además en análisis de costos y comercialización de productos, formación de micro- emprendimientos y gestión de microcréditos.
La investigadora sostiene que a partir de la generación de conocimientos en relación al hilado, permitirá a los destinatarios poder replantearse la posibilidad de mejorar sus economías familiares a partir del desarrollo de micro-emprendimientos (empleo independiente), complementado con esquemas de asociativismo.
Industrialización de la fibra
En cuanto al proceso de industrialización de la lana, la investigadora explica a Argentina Investiga que “actualmente el criador de los animales no valora la lana cuando lo esquila, la mayoría de la veces la quema o la desperdicia”. En esta línea, atenta a esta situación y por sus antecedentes en trabajos con camélidos propone recuperar ese vellón e industrializarlo, logrado pretende recuperar técnicas ancestrales de tejido articulando con mujeres conocedoras de los métodos ancestrales de preparación de ese material.
En relación al trabajo de preparación de la fibra, Aguilar indica que se inicia al momento en que el productor esquila esos animales. En esa instancia se recoge ese vellón, se desborda, limpia y en algunos casos se la lava y se procede al teñido de la misma. Para el teñido se utilizan productos de origen natural (cascara de nuez, jarilla, cascara de cebolla) obteniendo de esta manera colores representativos y propios de la identidad de la región.
Desde el tratamiento del vellón hasta el tejido artesanal, intervienen varias mujeres, cada una de ellas tiene su rol en este proyecto.
Noemí Olima, es una conocida artesana de la región. Su participación está centrada en el tinte del vellón. “Se trata que busquen, de acuerdo al lugar donde viven, sus propias plantas porque eso le va a dar una identidad propia del pueblo. Por ejemplo la jarilla, el algarrobo, la tusca, que son plantas autóctonas del Valle Antinaco - Los Colorados (La Rioja) Este proceso tiene una duración de cuatro días, donde el vellón obtiene un color natural que soporta lavados sin perder ese pigmento”.
Este proceso de teñido se denomina mordentado “significa preparar la lana. Se prepara el tinte un día antes. Para obtener un color verde utilizamos hojas de Jarilla, se muele bien, se coloca esa preparación en una cacerola grande que se llena con agua de manera que cubra toda la hierba. Seguidamente se deja reposar un día y cumplido ese tiempo se hierbe por 45 minutos”.
La artesana aclara que ese proceso no debe llegar al punto de ebullición para evitar la pérdida de elasticidad de la lana y agrega que a esa preparación se añade “en poca cantidad cremo tártaro (aglutinante que se utiliza en repostería) para mantener la suavidad de la lana. Esa lana debe secarse en una plataforma de cañizo”.
Margarita Marmo es una artesana que enseña las técnicas de tejido artesanal. La idea es rescatar métodos ancestrales de tejido. Para ello se utiliza materiales que están en desuso, como lo es el telar de peine, telar Maria, telar plantado. Si bien ya se elaboraron diferentes prendas de vestir que fueron expuestas en diferentes ferias en los departamentos Chilecito y Famatina (La Rioja), la idea es que “podamos identificarnos con una serie de productos y que cada una desarrolle su habilidad tanto en la preparación de la fibra como para la elaboración de los tejidos. Tiene mucho que ver la parte artística de las tejedoras, hay tradiciones en la región que a lo mejor alguna recuerda la técnica que utilizaba su abuela y lo reproducimos”. La artesana, junto a su grupo apunta a ampliar su mercado de venta de tejidos artesanales y comenta que “nuestro objetivo es poder lograr una asociación con una marca registrada de nuestros productos”. A partir de las acciones llevadas a cabo con la fibra natural de llama, se pretende desarrollar estrategias y canales de inserción para la comercialización de los productos.
El proyecto, según la investigadora Gabriela Aguilar, pretende brindar a la comunidad de Famatina la posibilidad de mejorar su calidad de vida por medio del trabajo de la lana y de las fibras naturales concientizando sobre la importancia del recurso y la fuerza de asociativismo para hacer frente a los mercados artesanales.
En esta línea, desde el año 2009 la Universidad Nacional de Chilecito viene promoviendo el uso de las fibras de origen animal como un valioso recurso regional y como herramienta de desarrollo familiar.