Tapa del libro "El futuro a través de la mirada joven".
En diálogo con InfoUniversidades, la licenciada Zaffaroni comentó los aspectos centrales del libro. En esta línea se refirió a los grados de libertad de los jóvenes, sus modos de participar en la política, la construcción de comunidades solidarias y cómo se juega la cosmovisión de los pueblos originarios salteños en la organización de redes sociales, entre otros puntos.
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-En su libro, y en contra de lo que suele decirse acerca de la desconexión de los jóvenes con el mundo, este grupo aparece identificando problemáticas de la sociedad actual con un gran nivel de alerta…
-Los jóvenes en nuestra provincia están muy situados en la realidad y esto tiene que ver con las características socioculturales de Salta. La mayoría de los jóvenes son pobres y no pueden cumplir sus sueños porque económicamente nadie los sostiene. Esto se ve no sólo en los chicos que vienen a la universidad sino en todos los jóvenes. Esta investigación se hizo con 32 grupos focales, para cubrir los distintos orígenes socioeconómicos y todos los capitales simbólicos diferentes que hay en Salta. El joven salteño descubre que existen fronteras económicas que le quitan oportunidades; ellos están en alerta acerca de cómo resolver esa realidad. Lo vemos más en la investigación “La dimensión social de la política”, donde reflexionan sobre cómo pueden cambiar la sociedad; sin embargo no se quieren meter en política.
-Sobre el eje de la política, entre otras cuestiones que llaman la atención del texto, es que no existe una condena a la protesta social en el sector medio alto.
-Es cierto. Pero en los jóvenes de los sectores populares la protesta se presenta como la única forma de reclamar por aquello que no se cumple. Lo que hay es una sensibilidad de los jóvenes mientras son jóvenes. Habría que seguirlos porque cuando son jóvenes ellos son solidarios con los otros jóvenes, con los pobres. En relación a la protesta social, los jóvenes de los sectores populares tienen menor grado de libertad, en el sentido en que lo plantea Bourdieu, que los jóvenes de sectores medios altos. Por lo tanto, el abanico de posibilidades se les achica y la protesta se convierte en la única salida. El tráfico de influencias por el que los chicos de clase media y alta se insertan en la sociedad no está disponible para los pobres. Existe una red de solidaridad muy concisa entre los pobres, pero no alcanza para proveerlos de otras oportunidades.
-Cuando se piensa en la política como una forma de vivir, de conseguir beneficios mutuos y se habla del bolsón, del colchón, etc, surgen las diferencias con la visión condenatoria que en general se tiene del clientelismo. En este trabajo aparece que la cuestión es para los pobres una estrategia de supervivencia…
-Tiene que ver con los grados de libertad. Nosotros destacamos en el libro el enfoque de la política como un trabajo y sobre todo como trabajo para los sectores jóvenes. Esto sobreviene porque no existe otra alternativa. Por ejemplo, cuando llega la época de elecciones, a los chicos se les ofrece que trabajen como fiscales.
-¿Encontraron jóvenes que realizaran algún tipo de militancia política, no tanto por ideales, pero con la idea de conseguir ciertos beneficios?
-Hay de todo. Aparece la idea de la política como una herramienta de transformación social, como una vocación, pero lo que aparece con más asiduidad es la idea de la política como trabajo. Lo que nosotros marcamos en la investigación es que el trabajo en la política no es como comúnmente se cree, una dádiva, sino un trabajo.
-Cuando en el texto los jóvenes hablan sobre el cambio social, se refieren siempre a esfuerzos individuales o de pequeñas agrupaciones, pero nunca llegan a pensar a la política como una forma de organización…
-Es cierto. Y tiene que ver con nuestro contexto. Es el resultado del modelo neoliberal. También depende de la reflexión que hagan. Hay dos posturas, por un lado evitan los partidos políticos porque ven en ellos lo peor que puede haber en la sociedad, ya que están atravesados por la corrupción, el clientelismo, la mentira, etc. Por otro lado, saben que el instrumento de cambio social es la política, entonces se plantearon un deber ser de la política, pero todavía no se imaginaron hacer política fuera de los políticos. Los jóvenes que están metidos en distintos partidos son optimistas, pero los demás están desencantados de la militancia. Hay ganas de transformar, pero como no se puede transformar lo macro hay una transformación de lo íntimo, de las relaciones que se dan alrededor de pequeños grupos.
-Un dato para destacar es que son los jóvenes de zonas rurales los que proponen el trabajo colectivo como forma de paliar la crisis…
-Lo que pasa justamente es que esos jóvenes que vienen del campo, como migrantes, a la universidad, traen consigo sus costumbres, sus cosmovisiones, que son en parte la cosmovisión de los pueblos originarios, de los cuales muchos son descendientes. Salta es una provincia particular en ese sentido ya que la mayoría de los salteños tienen ese origen común, entonces las comunidades que vienen del interior se organizan en la ciudad a través de asociaciones, que se convierten en redes de ayuda; es un tejido que los sostiene para vivir en la ciudad.
-Cuando las sociedades tienen giros conservadores tienden a estigmatizar a los jóvenes, es decir, se convierten en chivos expiatorios y la disciplina y el control se focalizan sobre ellos. ¿Ellos lo sienten así?
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-Esa visión existe. Ellos dicen que la sociedad los ve como peligrosos, como vagos, alcohólicos, etc. Los medios y algunas áreas del poder recrean esta imagen. Esto significa ubicar en un sector de la sociedad todo lo malo, y no es algo que sea exclusivo de ellos, ya que son estigmatizados varios sectores de la sociedad.