Uno de los equipos usados para tomar testigos, en el buque Puerto Deseado.
El cambio climático no es una situación anómala, sino que siempre ha ocurrido, según se desprende de los registros geológicos de, al menos, los últimos 10 mil años. No sería causado por la acción humana sino, principalmente, por la actividad solar. Así lo afirma una polémica hipótesis de un grupo de científicos.
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Las pruebas -que contradicen varios trabajos, pronósticos y hasta la postura más radical de agrupaciones ambientalistas- indican que en los últimos 10 mil años hubo oscilaciones del nivel medio del mar provocadas por la alternancia de congelamientos y deshielos a causa de cambios climáticos de escala global. Pero además indican que, debido a su naturaleza, esa variación es incontrolable.
Los investigadores, que trabajan en los Institutos Argentino de oceanografía (IADO) y de geología del Sur (INGEOSUR) dependientes del Conicet y de la Universidad, y en el departamento de Geología, realizaron sus análisis con muestras de sedimentos barrosos del estuario de Bahía Blanca, de la Plataforma Continental Argentina y continuarán con una expedición a Tierra del Fuego.
El doctor Eduardo Gómez, vicedirector del IADO, explicó a InfoUniversidades que la hipótesis implica que la acción humana no podrá impedir el calentamiento global, que llegaría a su punto máximo en unos 600 años. “Pretendemos verificar una teoría que se opone a varios dogmas. Para nosotros está claro que, al menos durante los últimos 10 mil años, el sol rigió y rige las temperaturas globales de la Tierra; el cambio climático obedece a ciclos naturales y la evidencia está bajo el mar, en donde se pueden detectar las variaciones del nivel marino producidas por la fluctuación de la acción solar. Si disminuyó el nivel del mar, es que hizo frío, mientras que si éste ascendió es que se está ante un período cálido”, aclaró.
El especialista explicó que son las conclusiones de estudios de dos décadas y que se basaron en determinar la edad de los depósitos sedimentarios mediante la cantidad de Carbono 14 (14C) y de estudios paleoambientales con microfósiles. Tales estudios indicaron la existencia de varios niveles del mar por debajo de su posición actual, espaciados en el tiempo en forma regular. Por otro lado, mediante el análisis de las variaciones en el contenido de Carbono 14 en árboles fósiles (modulado por la actividad solar) durante los últimos 10 mil años, se determinó la existencia de un ciclo en la radiación solar coincidente con las variaciones del nivel del mar mencionadas.
Agregó que los datos locales se corresponden con otros detectados en diferentes regiones del mundo, como Brasil, Sudáfrica y Australia, aunque admitió que el tema no es sencillo de observar porque, entre otras cosas, se debe estudiar con relevamientos submarinos. Para sus investigaciones en diversos sectores del estuario local tomaron muestras de sedimento barroso a profundidades de hasta 15 metros. Estas muestras corresponden a planicies intermareales, como las que se pueden ver durante la bajamar, e indican entonces períodos fríos (baja radiación solar) donde, por aumento de los hielos continentales, el nivel del mar era más bajo que el actual.
“Esos datos muestran que los cambios de temperaturas a nivel global siempre existieron, incluso en épocas históricas: hay claros registros de que hace aproximadamente unos mil años los vikingos colonizaron Groenlandia durante un momento de calentamiento, cuando los hielos tenían menos presencia sobre la superficie terrestre que en la actualidad. Lo opuesto ocurrió en la Pequeña Edad de Hielo, hace 500 años aproximadamente, donde se vivió un pico de enfriamiento por el cual los vikingos que habitaban Groenlandia se extinguieron y el Támesis -el río que cruza la ciudad de Londres- se congelaba”. En este sentido es interesante destacar que varias teorías del poblamiento americano postulan que el mismo se llevó a cabo durante un período frio, el cual produjo un descenso del nivel del mar y dejó un corredor de tierra que permitió que poblaciones asiáticas atravesaran el estrecho de Bering hacia el continente americano.
“La acción del hombre en el planeta es importante pero en este caso no es determinante para modificar el clima a nivel planetario, porque no depende de la acción humana sino del sol. Por supuesto, cuanto menos contaminación haya es mejor para el planeta, pero no modificará la tendencia de lluvias, calor o aumento en el nivel del mar a escala global”, acotó. Según indican, las curvas de la tendencia en la radiación solar, en este momento el planeta está entre un pico frío y uno caliente, con la temperatura en ascenso. “En 600 años más, llegará el momento de mayor temperatura”, destacó.
Campaña en el Puerto Deseado
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En 2012, los científicos del IADO continuarán con esta línea de investigación buscando datos en Tierra del Fuego. La campaña se realizará a bordo del buque ARA Puerto Deseado, y reunirá a científicos de distintos institutos del país y del extranjero. El objetivo principal es obtener sedimentos de la desembocadura de ríos de la provincia austral, en los cuales se pueden analizar los deshielos y de ellos, conocer el clima que se registraba hace miles de años.