El proyecto de investigación “La obesidad en adultos predispone al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer”, dirigido por la doctora Ana Cecilia Anzulovich, recibirá más de cuatro millones de pesos para profundizar sus resultados. El financiamiento proviene de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT).
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El equipo de investigación, junto a integrantes del Laboratorio de Cronobiología, trabajan tanto en el envejecimiento como en la enfermedad de Alzheimer. Los científicos y las científicas indagan en los factores asociados al envejecimiento responsables de la pérdida o la desorganización de los llamados “ritmos circadianos” observados en los individuos seniles, tales como el ciclo sueño-vigilia, la actividad reposo, los ritmos de algunas hormonas, algunos factores metabólicos, e incluso, algunas respuestas inmunológicas.
Respecto de estas alteraciones circadianas que se ven en el envejecimiento, las investigadoras se preguntan: ¿preceden en el tiempo a la aparición de enfermedades relacionadas al envejecimiento?, y ¿qué estrategias terapéuticas podrían restituir esa organización temporal y la ritmicidad circadiana en individuos de edad avanzada a fin de lograr una mejor calidad de vida y colaborar con la recuperación de enfermedades asociadas al envejecimiento?
“Esos son los interrogantes de nuestro grupo de investigación”, explicó a Argentina Investiga Anzulovich y agregó que apuntan a averiguar los mecanismos que en la obesidad en el adulto mayor predisponen al desarrollo de enfermedades de Alzheimer, recordando que si bien la enfermedad se manifiesta después de los 65 años, hay antecedentes de que treinta años antes existen signos o marcadores que pueden ser evaluados. “Son marcadores prematuros de la enfermedad y eso facilitaría el diseño de estrategias terapéuticas o preventivas al desarrollo posterior de la enfermedad de Alzheimer”, detalló.
Es por ello que desde el proyecto también se proponen diseñar un perfil de biomarcadores tempranos que alerten sobre la aparición de la enfermedad. Las científicas ya lo han estudiado en modelos en vivo e in vitro a animales de laboratorio o cultivos celulares, pero también la idea es extrapolarlo a los pacientes.
De aquí se desprende la importancia de retomar y efectivizar un proyecto en colaboración con el Hospital de Juana Koslay, con el cual ya se había firmado una carta acuerdo para estudios en pacientes, pero quedó frenado en 2020 por la pandemia. “Sabemos que el Hospital tenía un programa de tratamiento y diagnóstico de obesidad” indicó la especialista.
Junto a la doctora Ana Cecilia Anzulovich trabaja un equipo de alrededor de veinte personas integrantes del Laboratorio. El trabajo también forma parte de un proyecto institucional del Instituto Multidisciplinario de Investigaciones Biológicas (IMIBIO-SL). Se suman investigadores becarios que están en ejecución de tesinas doctorales. El equipo también recibe colaboración de expertos de otros proyectos científicos.
“Somos un equipo interdisciplinario. Abordamos el estudio desde distintos enfoques comportamentales, bioquímicos, de Biología Molecular y mecanísticos”, explicitó la directora del proyecto.
Se investigará desde el 2022 hasta el 2025 (como exigencia de la convocatoria). Los fondos mayormente se destinarán a la compra de equipamiento, kits diagnósticos y reactivos de biología molecular.
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“Quisiera resaltar que estos logros son los de todo un equipo en el que cada uno desempeña su rol lo mejor posible y apunta a un objetivo común. Todos tenemos vocación por la ciencia y la investigación, y ese es nuestro norte (…) Además de estos subsidios, tenemos muchos logros en el proyecto y mucho para seguir trabajando, formando recursos humanos, y descubriendo cosas que son útiles para nuestra salud, para nuestro bienestar, sobre todo apuntando en este caso particular al envejecimiento saludable”, concluyó.
Dra. Ana Cecilia Anzulovich