Uno de los objetivos es alcanzar un producto final más saludable para el consumo humano
Se trata de componentes alimentarios no digeribles que pueden formar parte de la matriz de ciertos alimentos o ser adicionados como ingredientes, lo que permite mejorar sensiblemente su calidad y alcanzar un producto final más saludable para el consumo humano.
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Este inédito desarrollo está enfocado en la síntesis de FOS (fructo-oligosacáridos) y GOS (galacto-oligosacáridos) de cadena corta, a partir de materias primas como la sacarosa y la lactosa, respectivamente. La directora del proyecto, doctora Andrea Gómez-Zavaglia, adelantó que la iniciativa está “orientada al mercado de prebióticos para ser adicionados en diferentes matrices alimentarias, y apunta a satisfacer la necesidad y disponibilidad de una alimentación que genere beneficios a la salud, a un precio accesible para todas las personas”.
Además agregó: “es importante destacar que la incorporación de los GOS y FOS añade valor al producto final, diferenciándolo como alimento funcional. Específicamente, ambos pueden utilizarse como ingredientes en alimentos y bebidas destinados a nutrición infantil (fórmulas para bebés y niños), productos lácteos (bebidas lácteas, yogurt), bebidas de fruta, panadería y dulces (pan, pasteles, galletas, barras de cereales).
Gómez-Zavaglia también detalló que “en lo que respecta a las propiedades nutricionales y tecnológicas, merece destacarse que los FOS y GOS de cadena corta tienen propiedades edulcorantes pero con bajo aporte calórico, por lo que otorgan sensación de saciedad y contribuyen al control del peso corporal”.
Además –agregó la investigadora- “tienen bajo índice glicémico, no son cariogénicos y alivian el estreñimiento”. Por otra parte, “no se digieren en la parte superior del aparato digestivo y llegan al intestino, donde estimulan el desarrollo de bacterias de la microbiótica intestinal”.
Otra de las grandes ventajas del proyecto radica en que la fabricación de prebióticos a nivel local permitirá reducir significativamente sus costos de uso. Ocurre que, hasta el momento, estos productos no se fabrican en el país y deben ser importados. El proyecto del CIDCA está ahora en etapa de escalado piloto, y se llevará adelante en la denominada Planta Piloto Multipropósito (UNLP-CIC), que funciona en Camino Centenario y 506.
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El emprendimiento apunta a producir FOS y GOS en presentaciones de jarabe o polvo, acorde a la necesidad de cada cliente. Además, se utilizarán materias primas de origen nacional, como la lactosa y la sacarosa, con lo que se espera obtener un bajo costo en la producción.