Un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano estudió la rentabilidad de la producción de biogás y biofertilizantes, mediante un biodigestor industrial de mediana escala, que permite el aprovechamiento de residuos agropecuarios. Como resultado del trabajo, destacaron entre otros puntos que el biofertilizante permitiría la sustitución de importaciones y ahorro de divisas, al mejorar el balance nutricional de los suelos con sustitución de productos químicos, reduciendo al mismo tiempo la contaminación de suelos, agua y emisión de Gases del Efecto Invernadero (GEI).
En un país con déficit energético, sus campos guardan un potencial de producción de biogás en los rastrojos de cultivos y excretas de ganadería. Con remoción del 50% de los rastrojos de maíz, trigo y soja, más la recolección de excretas de ganado porcino y bovino para tambo, Argentina tendría un potencial de producción de biogás promedio entre los años 2014-2020 de 60 millones m3 por día o 22 mil millones de m3 por año, según calcularon Barreña y Knoll (2022). Esto equivale a 35 mil TEP/día (Tonelada Equivalente de Petróleo) o 12,7 millones TEP/año, lo que hubiera reducido las importaciones energéticas argentinas al 25% de lo que fueron en el período (donde las importaciones energéticas promedio 2014-2020 fueron de 16 millones TEP/año).
Para llegar a esas conclusiones, los investigadores analizaron la viabilidad de producir biogás con un biodigestor de domo, alimentado a partir de los residuos agropecuarios recopilados por los miembros de la cooperativa (productores medianos), proponiendo que reciban en forma de pago biofertilizante, y se derive el biogás al Sistema Interconectado Nacional.
En esa línea, evaluaron y cotizaron los requerimientos y el costo de puesta en marcha y funcionamiento, cuantificando el nivel de inversión, así como el costo de producción y rentabilidad. La inversión inicial requerida para este biodigestor de mediana escala, que tiene una vida útil aproximada de 30 años, asciende a U$D2.116.760, y podría financiarse con el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales-PROSAP del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
A partir de la construcción del flujo financiero del proyecto de inversión, calcularon el Valor Actual Neto (VAN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR), comprobando su viabilidad financiera. El tiempo de recupero de la inversión resultó ser de entre 9 y 10 años para el biodigestor de mediana escala. La TIR fue estimada en el 7% a 15 años de plazo, ascendiendo al 9% en 20 años, con VAN positivo (superando los U$D2,8 millones, para ambos plazos).
El equipo, conformado por Mariana Barreña, Rosa Ana Catalano, Marcelo Caña, Federico Paoloni y Giuliano Paoloni, consideró que el biocombustible contribuirá a diversificar la matriz energética nacional, con ampliación de la capacidad instalada, en el camino del autoabastecimiento, de manera sustentable, aportando a la mitigación del cambio climático y al cumplimiento del compromiso con la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas-7 de la Agenda del 2030.
Esto, destacan, se ve realzado en el contexto internacional del conflicto entre Rusia y Ucrania, que presiona a la suba tanto el precio del gas como el de los fertilizantes, encontrándose Rusia entre los principales productores de ambos productos.
Trabajos citados
Barreña, M., & Knoll, P. (2022). Transformación de desechos en energía. ¿Cuánto hacemos y cuánto se puede lograr? VII Congreso Latinoamericano de Historia Económica (CLADHE). Lima, 2-4 marzo 2022. Lima.
Biogás Argentina. (2017). Establecimiento Bioenergético "Feedlot COMESA". Transformando Pasivos Ambientales en Activos Energéticos. UBA emprende. incUBAagro.