En diciembre de 2008 el Consejo Superior aprobó el proyecto de creación del Parque Científico Tecnológico de la UNC (PCT-UNC), en pos de impulsar la transferencia de tecnología hacia el sector productivo y alentar la formación y crecimiento de empresas de base tecnológica. El cuerpo de consiliarios aprobó su reglamentación, lo que se traduce en un paso decisivo para su puesta en funcionamiento.
> Leer también: Casa de Trejo invertirá $1,3 millones por año para que sus docentes finalicen maestrías y doctorados.
La normativa sancionada establece que sólo podrán instalarse en el PCT-UNC empresas públicas, privadas o mixtas que realicen investigación y desarrollo y que produzcan servicios o productos con un contenido significativo de conocimiento científico-tecnológico. En este sentido, se considerará en particular a las pymes o grandes compañías asociadas a éstas.
Entre las condiciones que deberán cumplir las firmas, quedó establecido que los socios o accionistas deberán ser, en parte mayoritaria, docentes de la UNC. En caso contrario, deberán tener -luego de dos años desde el inicio de sus operaciones- un mínimo del 15 por ciento del total de su personal compuesto por profesores de dedicación simple o semidedicación. Si ese cupo no se alcanza, al cabo de 24 meses desde el comienzo de su funcionamiento, el 35 por ciento de la planta deberá estar constituida por egresados de la UNC. Otra de los exigencias postula que el 60 por ciento de los trabajadores deberá poseer título profesional o de técnico universitario otorgado por universidades nacionales o extranjeras.
En un lapso de 12 meses desde el comienzo de sus operaciones en el PCT-UNC, las compañías deberán celebrar convenios de pasantías rentadas para incorporar a estudiantes de la Casa de Trejo y otorgar becas a alumnos de grado y posgrado para realizar sus trabajos finales de carrera. Deberán abonar un canon anual a la universidad, que será calculado en función de sus dimensiones y tipo de actividad, con lo que se constituirá un fondo especial para financiar diversos aspectos del Parque.
En los predios destinados para el PCT-UNC, se destinarán ocho lotes, con una calle interna, para el asentamiento de las empresas, que recibirán una porción del terreno acorde a su planta de trabajadores y a la actividad que desarrollará. Por su parte, las firmas deberán habilitar en el sector donde se instalen, un aula con capacidad para 50 bancos con la infraestructura necesaria para el dictado de instancias de capacitación dirigidas a alumnos de grado y posgrado.
La normativa que rige el PCT-UNC excluye toda radicación de empresas o sucursales que quieran desarrollar actividades que atenten contra el medio ambiente, que contemplen la producción de armas o tecnologías para las mismas, la generación de explosivos o residuos peligrosos, o que produzcan contaminación sonora o ambiental.
Comisión Académico-Técnica
La aplicación del reglamento recaerá sobre una Comisión Académico-Técnica conformada por tres representantes del Consejo Superior, el director de Asuntos jurídicos de la Casa de Trejo o su representante, y un coordinador permanente designado por el rector. Este cuerpo nombrará además a dos integrantes adicionales ad-hoc para el tratamiento de cada caso particular, que deberán ser especialistas en el área de producción de la empresa particular. La idea es que esta Comisión asesore al Consejo Superior respecto del cumplimiento de las condiciones por parte de las empresas que quieran radicarse en el PCT-UNC, ya que es el cuerpo de consiliarios el que aprueba o deniega el asentamiento de las firmas.
Anexo de la Fundación para la Incubación de Empresas
En el Parque también funcionará un anexo de la Fundación para la Incubación de Empresas, abocado a los proyectos que generen docentes, científicos, becarios y alumnos de la UNC y apunten a la creación de firmas cuya actividad tenga como base el conocimiento generado por ellos mismos, resultante de sus investigaciones. Las propuestas que eleven deberán ser productos o servicios, creaciones artísticas y diseños industriales que contribuyan al desarrollo económico de la región y del país.
Las iniciativas se incubarán de forma interna o externa. En el primer caso, se localizarán físicamente en el ámbito del PCT y se incubarán por tres años. En tanto, la forma externa implicará la radicación en alguna otra dependencia universitaria o en el ámbito privado, y la incubación podrá extenderse por cuatro años. En cualquiera de las dos modalidades, recibirán asesoramiento, asistencia y acompañamiento de los profesionales de la Fundación.
El PCT en la Universidad Nacional de Córdoba permitirá aprovechar el potencial de generación de productos y servicios en diversas áreas del conocimiento que pueden eventualmente conducir a la creación de compañías spin off, es decir, aquellas que crecen en el seno de otras organizaciones y actúan como incubadoras. Con el tiempo, adquieren independencia jurídica, técnica y comercial. En general, están ligadas a la universidad y facilitan la transferencia de hallazgos científicos o tecnológicos a los sectores sociales.
Antecedentes
Actualmente, en las universidades nacionales del Litoral, Misiones y La Plata funcionan PCTs ya que son una experiencia impulsada con políticas oficiales, especialmente a través del ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación a través de subsidios del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar). Así, la cartera promueve el capital emprendedor a mediano y largo plazo, a partir del capital semilla o de riesgo (capital que se invierte en emprendimientos en asociación con los emprendedores en busca de alta rentabilidad y cortos períodos de inversión) como aporte inicial. Por su parte, el Conicet brinda la posibilidad a los becarios e investigadores de utilizar la figura de “beca en empresa” e “investigador en empresa”. De esa forma, contribuye a que las entidades de base tecnológica realicen investigaciones y desarrollos con apoyo del Estado.
> Leer también: Futuro incierto para el sector energético.
Entre los antecedentes de este tipo de empresas funcionan en la actualidad en los Estados Unidos Sillicon Valley, nacido por acción de las universidades de Stanford y Berkeley, en California; y el Instituto de Tecnología de Massachussets, que ha generado por iniciativa de sus alumnos e investigadores alrededor de cinco mil compañías que dan trabajo a más de un millón de personas.