Los jóvenes, muy poco vistos como objeto de estudio de la ciencia.
Para entender qué impulsó al sociólogo Nazareno Bravo y a su equipo, sería bueno tomar como ejemplo una situación real. Puede ser la siguiente: un grupo de seis jóvenes mendocinos de aproximadamente veinte años quiere viajar a Buenos Aires y pretende alquilar un departamento para alojarse. En la búsqueda de un precio accesible y comodidad encuentran uno, pero el dueño no acepta grupos de jóvenes. ¿Por qué? Este es el disparador del proyecto de investigación “Prácticas políticas y culturales de jóvenes en Mendoza. La construcción de identidades juveniles en espacios de participación”.
> Leer también: Las primeras experiencias científicas.
Otra pregunta para entender el por qué de esta iniciativa es ¿cómo se relaciona lo cultural con lo político?, y aquí se hace necesario hacer una distinción entre la política y lo político. Lo primero, según explicó Bravo a Argentina Investiga, tiene que ver con prácticas sindicalistas o partidistas. El segundo término, en cambio, tiene que ver con lo cotidiano, por ejemplo: una murga, las letras de canciones de una banda de rock, la organización en una unión vecinal o en un barrio popular.
El objetivo de este proyecto de investigación, que fue presentado en las XXIV Jornadas de Investigación de la UNCuyo, es comprender la realidad local y contemporánea, con enfoque en la situación en Mendoza. Uno de los aspectos más destacables, en palabras de Bravo, es que “es bastante reciente el abordaje del tema de las juventudes desde la ciencia”. El equipo de investigadores que él coordina, conformado por estudiantes y egresados de Trabajo Social, Artes y Sociología, parte de que hay dos miradas posibles sobre la juventud. La primera a tener en cuenta es la externa, construida por los adultos mayores a través de los medios masivos de comunicación, las políticas públicas, el mercado y la producción científica. Por otro lado –“es uno de los objetivos del proyecto” dice Bravo–, ir hacia los mismos jóvenes y entender cómo se auto perciben, cómo se definen a ellos mismos.
Los sujetos de estudio de esta investigación, es decir, quienes son las fuentes para generar conclusiones, son jóvenes que habitan barrios populares, por un lado y, por el otro, los jóvenes que realizan algún tipo de actividad relacionada al lema “Memoria, Verdad y Justicia”. En el primer grupo mencionado se hace referencia a vecinos jóvenes de un barrio que se autoconvocan en un espacio con características culturales, por ejemplo: bibliotecas populares, murga, un grupo de gente que se reúne para hacer un festival.
Cabe aclarar que la mayoría de las organizaciones de este tipo se formó después de la crisis política y económica de 2001, que a veces parecen ser nuevas pero en realidad se trata de una emergencia de estas en el contexto actual. Los jóvenes que toman Bravo y sus compañeros tienen hasta treinta años, aunque la edad no es excluyente, y buscan casos de organizaciones que perduren en el tiempo y que no sean tan esporádicas.
Se guían por la metodología cualitativa, es decir, que usan datos más interpretativos que numéricos o duros. Además, utilizan el estudio de casos particulares para comprender realidades complejas y colectivas y el análisis de documentación. Específicamente, ya indagaron desde 2009 en la Biblioteca Pablito González del barrio La Gloria, el Centro Urga de Las Heras y el grupo de rock Insurrektos, que tiene letras sobre el autonomismo y el anarquismo.
Si volvemos a la situación que se planteó inicialmente, es fácil llegar a la conclusión de que lo que se pretende es romper con la visión que se tiene de los jóvenes de que son violentos, drogadictos y delincuentes, una perspectiva que cada vez tiene más adeptos tras la muerte de seis jóvenes en la fiesta Time Warp, realizada en el espacio Costa Salguero de Buenos Aires el pasado 15 de abril.
Es importante entender que hay personas de veinte años, más y menos, que son discriminadas, prejuzgadas y estigmatizadas por vivir en ciertos barrios. Siempre predomina la primera idea de que son ladrones, en vez de imaginar, por ejemplo, que trabajan en una biblioteca popular para que chicos como él o ella tengan acceso a la cultura literaria. A eso apunta el trabajo de Nazareno Bravo y el equipo de investigación de las facultades de Artes y Diseño (FAD) y de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo (FCPyS).
> Leer también: Nuevos procesos juveniles de formación de identidad.
Más información: Libro “Reinventarse en la acción política”.