El sector hotelero fue uno de los más beneficiados por el turismo extranjero.
En los últimos años, viajeros de todo el mundo volvieron a elegir decenas de puntos turísticos del país, atraídos por un tipo de cambio favorable. “Si bien la devaluación nos ubicó con una ventaja comparativa importante, esa variable no es suficiente para un turismo sostenible. Es necesario generar calidad en la oferta y los servicios de los destinos turísticos para generar competitividad”, explica María Elisa Cousté, directora del proyecto de I+D “La problemática de la gestión empresaria en las MiPyMEs Hoteleras”, de la UNQ.
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El sector hotelero fue de los más beneficiados por el turismo extranjero. Hoteles, albergues y hostales comenzaron a cotizar sus habitaciones en dólares y a ofrecer cada vez más servicios destinados a satisfacer las demandas crecientes de sus huéspedes: gimnasio, spa, recreación, tours personalizados y hasta galerías de arte.
El 80 % de la hotelería es una pequeña o mediana empresa, la mayoría administrada por familias que tienen que competir con cadenas internacionales.
Si bien algunos organismos oficiales realizan estudios centrados en aspectos económicos de la hotelería, no existe una tradición de investigación sobre el campo.
Cousté dirige un proyecto pionero de investigación y desarrollo de una universidad nacional que aborda la gestión empresarial en las pymes hoteleras. “Es un logro muy importante para la disciplina”, subraya la directora. La intención del proyecto es analizar los procedimientos de gestión de las pymes y determinar cuáles son las necesidades y herramientas para apoyar su crecimiento
En la actualidad, el equipo de investigación está relevando información en hoteles, entidades intermedias y el sector público de las localidades del Partido de la Costa de la Provincia de Buenos Aires. Luego de la recopilación se identificarán variables económicas, sistemas de gestión y calidad. El objetivo es presentar modelos de gestión y participación para construir un destino turístico sostenible.
La propuesta de investigación está enmarcada en la UNQ por dos carreras: la Licenciatura en Administración Hotelera y la Maestría y Especialización en Desarrollo y Gestión del Turismo. Ambas forman profesionales para un sector que requiere personal calificado, con capacidades y habilidades para operar, un alto nivel de adaptabilidad y flexibilidad a los cambios y una formación que les permita responder a las demandas de la industria.
“En términos generales, el turismo debe trabajar mucho en una ventaja orientada a la calidad, lo cual significa mejorar las condiciones básicas de la oferta, pensar en el largo plazo, contar con recursos humanos preparados y calificados, no hacer negocio hoy sino que sea una actividad que siga creciendo en el futuro, independiente del tipo de cambio que tengamos. El desafío para el país es convertirlo en una oportunidad para mejorar”, concluye Cousté.