La historia de los hombres, las sociedades y los países se construye día a día con hechos o acciones individuales y colectivas y con sucesos que dejan marca, que anuncian nuevos caminos o el fin de una época. La historia puede remontarse al estudio de hitos como el nacimiento de la escritura, pero también a hechos de un pasado cercano. Investigadores analizan en el libro “Campos de batalla” un episodio puntual de la historia política reciente de la Argentina: el conflicto entre el Gobierno y las corporaciones agropecuarias.
> Leer también: La construcción mediática de la imagen de los jóvenes.
“Este conflicto constituye uno de los hechos políticos más importantes desde el derrumbe económico y social de 2001”, afirman a InfoUniversidades los compiladores del libro, Ricardo Aronskind, economista, y Gabriel Vommaro, sociólogo.
El análisis fue realizado por un equipo interdisciplinario de investigadores que abordaron, desde distintos enfoques conceptuales, las dimensiones del suceso. El texto hace un recorrido que va desde la dimensión política del conflicto; pasando por el análisis de las construcciones mediáticas del acontecimiento; hasta la dimensión socio-económica de la disputa en torno a las retenciones.
El conflicto desatado por la resolución Nº 125 del ministerio de Economía de la Nación, que establecía retenciones móviles a las exportaciones de granos, involucró a sectores económicos, partidos políticos, medios de comunicación, corporaciones empresariales y sindicales, y hombres de la cultura y el pensamiento. Según los investigadores, el lanzamiento de esta resolución generó un movimiento de resistencia política de una “magnitud sorprendente”, no sólo para el Gobierno de Cristina Fernández, sino también para el resto de los actores involucrados.
Los investigadores sostienen que su prolongada duración transformó al episodio en el suceso central de 2008 y sus resultados cambiaron el mapa político del país. “Al permitir reagrupar fuerzas a una oposición que no había encontrado un eje aglutinador, el enfrentamiento de las corporaciones agrarias contra el Gobierno contribuyó a mostrar debilidades de la coalición kirchnerista, y a acrecentar las potencialidades de fuerzas sociales desplazadas después de las crisis 2001-2002, que vieron una ocasión inesperada de reaparecer en la escena pública con un discurso adaptado al nuevo escenario”.
Los medios y el conflicto
Los medios de comunicación tuvieron un extraordinario protagonismo. Según afirman los autores en “Campos de batalla”, éstos orientaron a la opinión pública, suministraron información y ocultaron otra, y otorgaron la palabra en forma selectiva a diversos actores. “Su peso fue de enorme gravitación en la marcha y resolución momentánea del conflicto, a tal punto que creció la preocupación social por la capacidad de estos actores privados de incidir en las decisiones colectivas, no siempre con las mejores artes”.
El estudio del papel que jugaron los diarios “Clarín”, “La Nación” y “Página/12” durante el conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario es analizado por el investigador Juan Pablo Cremonte, quien explica la construcción que realizaron estos diarios de tirada nacional, a partir del estudio de la organización general de los textos, la manera en que fueron trabajados los sucesos y, por último, la propuesta comunicativa.
A modo de conclusión, Aronskind y Vommaro escriben: “La diversidad de perspectivas y de enfoques disciplinarios contribuye a delinear un panorama amplio sobre el conflicto más importante del último lustro, que aún hoy permanece abierto y coloca interrogantes, tanto de tipo coyuntural como de mediano y largo plazo”. Historia que es pasado, pero que también es presente.