Existen grandes expectativas de expandir el cultivo de menta en una amplia región geográfica de Argentina, dado que la demanda de este producto fresco, del que se comercializan sus hojas y aceites esenciales, se ha incrementado notablemente en los últimos años. Vale destacar que la menta tiene diversos usos, entre los que se destacan sus propiedades medicinales: antiespasmódica, carminativo, antiséptico, analgésico, antiinflamatorio y estimulante, además se la utiliza en gastronomía y como aromatizante de caramelos, chicles y helados.
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El cultivo de menta posee un importante potencial en la zona de riego del río Dulce, en la provincia de Santiago del Estero, ya que se presentan condiciones ambientales óptimas para su desarrollo. Es por esto que un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias trabaja en el proyecto “Producción de menta en Santiago del Estero: rendimiento y plagas del cultivo” con el fin de generar información sobre el rendimiento y las plagas que afectan a esta especie vegetal.
El mercado mundial de especies aromáticas, entre las que se destaca la menta, se encuentra en expansión y los importadores de mayor envergadura son Estados Unidos, Alemania y Japón. Esta tendencia se refleja en la economía de nuestro país, ya que en la última década se incrementaron las exportaciones de productos de este rubro, tanto en volumen como en valor. Pero, pese a que en Argentina, y más específicamente, en la zona del río Dulce, se realizaron ensayos exploratorios para su producción, aún se desconoce cuál es la especie más adecuada para su cultivo, los rendimientos, el manejo, y las principales plagas.
El proyecto de la Facultad de Agronomía, dirigido por el ingeniero Diego Ariel Meloni, evalúa el comportamiento de dos especies: Mentha spicata (yerba buena) y Mentha arvensis (menta japonesa). El director señaló a InfoUniversidades que “los resultados preliminares muestran que la yerba buena presenta una floración temprana, lo que permite la realización de tres cortes anuales, con rendimientos de 41 toneladas de materia fresca por hectárea, mientras que en menta japonesa solo pueden realizarse dos cortes, con rendimientos de 30 toneladas de materia fresca por año”.
Según el investigador, “hasta la fecha se han estudiado los aceites esenciales de menta japonesa, con rendimientos del 2%, compuesta principalmente por Mentona (10,2%); Isomentona (4,5%); Neomentol (0,9%) y Mentol (71%). Estos valores muestran la obtención de un producto de excelente calidad, con las características exigidas por el mercado internacional”.
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Entre las plagas más importantes, se destacan la mosca blanca (Bemisia tabaci) y los pulgones. Debido a que estos insectos atacan las hojas provocando la disminución de su valor comercial, se prevé la realización de estudios tendientes a determinar el manejo adecuado para su control.