La escuela nace con la finalidad de suministrar herramientas de análisis conceptuales y teóricas a los partidos, especialmente a sus jóvenes generaciones, y de transmitir un conjunto de reflexiones provenientes de otros países, cuyo conocimiento puede ser provechoso para pensar los proyectos y las prácticas actuales en nuestro país. Asimismo, se busca enriquecer el bagaje formativo del liderazgo, como también buscar áreas de interacción entre la esfera intelectual y el campo político.
“Realizar un aporte a la actividad política y compartir los conocimientos que circulan en el ámbito académico es acorde con el compromiso de esta casa de estudios”, expresó Carolina Scotto, rectora de la UNC.
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Las líneas directrices del programa ponen de manifiesto la inquietud de la universidad pública por colaborar en el tránsito desde esta democracia de baja calidad en términos institucionales, sociales y de cultura política, hacia la mejor posible en las condiciones actuales.
Los módulos se dictan una vez al mes y cada uno de ellos estará a cargo de profesionales reconocidos en el ámbito provincial y nacional. Los contenidos abordan diversas aristas de la teoría, siempre relacionados con los “problemas específicos del sistema local”, tal como lo plantea su director, César Tcach: “La Universidad es el instrumento de organización y la garante de la calidad académica, pero necesita las sugerencias de las agrupaciones y fuerzas políticas. Es una construcción colectiva.” Por eso, al finalizar los cuatro encuentros de este semestre, está prevista una evaluación para recuperar las vivencias de los estudiantes, redefinir temáticas o procedimientos y ajustar la propuesta para 2009.
“Prioritariamente los cursos están destinados a partidos, pero también hay ciudadanos que demandan estos conocimientos y miembros de organizaciones sociales que tienen interés en profundizar aspectos relacionados a la representación y la gestión; ellos también pueden formar parte de este espacio”.
La inquietud por garantizar una instrucción que contribuya a mejorar la calidad institucional y la democracia pudo concretarse, según Tcach, porque “la UNC tiene los recursos necesarios para ofrecer este tipo de actividad. Asimismo, la escuela obedece a un criterio de relevancia en función de los problemas que se pretende afrontar. En el contexto local hay una enorme sensibilidad con respecto a temáticas vinculadas a mejorar el sistema”.
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Finalmente, afirma: “No es nuestra intención enseñar a hacer política, pero sí ofrecer herramientas que puedan ser útiles para la formación de dirigentes y para mejorar la calidad de las instituciones”.