Se trata de un fenómeno mundial, llamado lignificación, que a nivel local alerta a muchos municipios, especialmente en relación al avance de la acacia negra, una de las especies leñosas más agresivas en la región. “Estamos en un período de expansión de la flora leñosa en comunidades de pastizal”, indicó a Argentina Investiga Noemí Mazía, investigadora de la cátedra de Dasonomía de la Facultad de Agronomía de la UBA, donde desde hace más de 10 años se evalúan los factores que desencadenan el establecimiento de árboles en los pastizales pampeanos, junto a la cátedra de Ecología.
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Durante años los investigadores debatieron sobre las causas que, hasta ahora, impedían la llegada de los árboles a los pastizales pampeanos, puesto que existían condiciones climáticas favorables para sostener la vegetación leñosa en la región. La razón de mayor peso la encontraron en las mismas características de la flora leñosa nativa que rodea a las comunidades del pastizal pampeano, puesto que no tendría los atributos necesarios para ocupar ese hábitat.
“Sin embargo, en las últimas décadas, la entrada de genotipos leñosos exóticos introducidos por el hombre para ser empleados como montes de reparo y también con fines estéticos se adaptaron al clima de la zona y, en algunos casos, invadieron con éxito las comunidades de pastizal”, explicó la investigadora.
“La entrada de esta nueva forma de vida facilitó la dispersión de genotipos leñosos nativos subtropicales tales como Acacia caven (espinillo), Celtis tala (tala) y Parkinsonia aculeata (cina-cina), entre otras especies. Es así que ahora vemos que los remanentes del pastizal pampeano también se cubren de vegetación leñosa nativa y exótica”, indicó.
Además del ingreso de nuevos materiales genéticos, Mazía destacó otras causas que favorecen el proceso de lignificación, vinculadas con los cambios producidos en el clima, especialmente por la distribución de las precipitaciones (que es más homogénea a lo largo del año) y la disminución de la intensidad de las sequías estivales. ¿Qué puede hacer un productor frente a este nuevo escenario? ¿Se puede impedir la llegada de estas especies a través del uso de herbicidas para leñosas? “Sucede que cuando se dispara un fenómeno, y una vez que se modificó la fisonomía del paisaje, es difícil volver atrás, sobre todo cuando existen condiciones naturales para que esto ocurra”, consideró la investigadora. Estas especies de leñosas nativas, al pertenecer a ecosistemas naturales, tienen una mayor capacidad adaptativa que otras especies foráneas, lo que las hace prosperar de manera desmedida en el área de estudio.
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“Ante esta situación, analizamos alternativas productivas, a partir del efecto que tienen los árboles sobre la productividad del pastizal. Estudios preliminares muestran que, según las condiciones abióticas (si es un lugar árido, semiárido o húmedo) y las características de los pastos, la presencia de árboles puede disminuir, mejorar o tener un efecto neutro sobre la productividad de los pastizales”. “Estas diferencias permitirían analizar de manera objetiva bajo qué circunstancias podrían implementarse sistemas silvopastoriles. Sin embargo, es importante destacar que en ningún caso deberían cultivarse especies leñosas que ya se conocen como de gran potencial invasor”, concluyó.