La utilización de colorantes sintéticos perdió relevancia en el mercado a causa de los potenciales efectos perjudiciales para la salud humana. Por eso actualmente se los sustituye por productos naturales de origen animal o vegetal. Debido a esto aumentó la demanda global de ácido carmínico, pigmento que se encuentra en insectos como los Dactylopius (comúnmente llamados grana cochinilla), que poseen la cualidad de producir en sus cuerpos propiedades colorantes con facultades de tintura muy importantes. Se los encuentra en opuntias (cactus como el quimil, quishcaloro y tuna), que es la planta donde se crían, pues se alimentan de ella.
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Las hembras, en su estado final de desarrollo, producen mayor cantidad de ácido carmínico, que es un colorante natural rojo que se puede utilizar en las industrias alimenticias, cosméticas, farmacéuticas y en las manufacturas textiles artesanales. Es de muy alta calidad y especialmente apreciado por su estabilidad frente a la oxidación, la luz, las altas temperaturas y por su inocuidad.
Manejado técnicamente, el cultivo de la grana cochinilla puede constituir una alternativa viable para el desarrollo de poblaciones rurales, ya que representa una actividad de buena rentabilidad.
“Decidimos efectuar ensayos de cría, específicamente de Dactylopius Coccus, también llamada cochinilla fina, que es una especie determinada de la familia de las cochinillas. Se la eligió porque posee mayor contenido de ácido carmínico. Tiene entre un 18% a 25% de colorante en el cuerpo, a diferencia de otros insectos similares que sólo cuentan con un 6% a un 7%”, afirman los investigadores del proyecto, cuya directora es la ingeniera forestal Liliana Diodato.
El trabajo se realiza en la provincia de Santiago del Estero y busca desarrollar la cría y aprovechamiento de este recurso natural, lo cual se lleva a cabo mediante distintas técnicas
que se realizan sobre la planta de cactus. Este puede encontrase al aire libre, en una plantación, como también en un invernadero, es decir, un recinto cerrado, protegido y semicontrolado. En este caso, se cortan las paletas de la planta y se las cuelga para criar allí a los insectos. Con este fin, se estudian los aspectos bioecológicos necesarios: temperatura, humedad relativa y la iluminación óptima.
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Asimismo, se combaten las acciones que afectan la producción, como la presencia de enemigos naturales: insectos que se alimentan de otros. Luego, se determina, mediante procesos químicos, el contenido y la calidad del ácido carmínico.