El doctor Fernando Rivero, docente e investigador del Centro de Investigaciones y Transferencia de Santiago del Estero (CITSE), dirige en la actualidad el proyecto “Desarrollo biotecnológico aplicado al monitoreo y control de enfermedades infecciosas que afectan la producción ganadera y sus derivados en la provincia de Santiago del Estero”. Esta investigación, que se realiza a través del relevamiento de parasitosis en campos santiagueños, hace hincapié en “tricomoniosis”, un parásito que afecta a los bovinos provocándoles Uretritis, nacimiento pre término, infecciones en el útero y abortos.
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El grupo de investigación está focalizado en la temática desde hace un largo tiempo. “Comenzamos a trabajar hace algunos años con parásitos, enfocándonos en los mecanismos de evasión de la respuesta inmune, y empezamos a profundizar nuestros estudios en la provincia para tener resultados transferibles que contribuyan al control y al monitoreo de estas enfermedades” explica Rivero a Argentina Investiga.
“Nuestro propósito –señala– es diseñar anticuerpos monoclonales específicos para T. foetus, que se utilizarán tanto para el desarrollo de nuevos métodos diagnósticos como para su aplicación en el diseño de vacunas”. Cabe aclarar que un anticuerpo monoclonal es un anticuerpo homogéneo producido por un clon de células. Este clon deriva de una célula híbrida que se crea a partir de la fusión de una célula madre del sistema inmune y una célula plasmática tumoral.
Un trabajo mancomunado
La investigación se efectúa con el aporte de alumnos, becarios, técnicos e investigadores. “Dentro de lo que representan estas parasitosis tenemos varias líneas de investigación. Es decir, trabajamos en diferentes aspectos de cada parásito. Existen diferentes ramas; algunos trabajan en la biología del parásito, otros en mecanismos que permiten evadir la respuesta inmune y en la regulación de la expresión génica. Los alumnos de posgrado que efectúan estudios doctorales y posdoctorales enriquecen los laboratorios, por lo que esperamos que en un futuro cercano contemos con distintos grupos de trabajo”, anheló Rivero.
Aplicación
La producción ganadera es uno de los ejes económicos de nuestro país y en los últimos diez años alcanzó un desarrollo sostenido en zonas desfavorables como el Noroeste Argentino (NOA), en especial en Santiago del Estero. En la actualidad, la provincia cuenta con más de 1.500.000 cabezas de ganado bovino y el fuerte apoyo de las inversiones públicas y privadas la consolidaron como el nuevo corazón ganadero del país.
Este hecho impulsó la radicación del frigorífico Forres Beltrán S.A., con la capacidad de faenar 1.000 animales diarios, exportar a los destinos más exigentes y abastecer el mercado interno de todo el país. La creciente demanda y el incremento de los controles bromatológicos y sanitarios como consecuencia de las enfermedades transmitidas por los alimentos (Ej. E. coli O157:H7) plantearon la necesidad de disponer de nuevas tecnologías y servicios técnicos especializados.
La ausencia de laboratorios de alto nivel tecnológico en la región generó la centralización de los servicios en las grandes ciudades y elevó los costos debido a la distancia, de manera que se impide un incremento de la productividad.
En Santiago del Estero el stock de animales se estima en 1,7 millones de cabezas, con una pérdida anual cercana a los 32 millones de dólares. El investigador señaló que los datos están subestimados a su criterio ya que no se cuenta con el desarrollo tecnológico necesario para el monitoreo y control de estas enfermedades. La provincia no dispone de ningún laboratorio que realice o certifique controles sanitarios respecto de estas patologías, lo cual representa un aumento del costo por parte del productor o una disminución de los controles y se genera un detrimento en la cantidad y la calidad productiva.
Además, es importante destacar que la metodología utilizada en Europa y Estados Unidos para el control de enfermedades infecciosas y sus derivados en productos cárnicos de exportación (por ejemplo toxinas provenientes de cepas de Escherichia coli enterotoxigénicas) son novedosas, altamente sensibles y específicas. Nuestro país no posee esta tecnología y esto genera dificultades para las empresas agroexportadoras ya que muchas veces el envío es decomisado en el exterior por fallas en el control de calidad sanitario.
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En respuesta a esta demanda el grupo de investigación propuso trabajar en conjunto con los productores locales y el frigorífico, con el objetivo de crear un centro biotecnológico con capacidad de desarrollo de tecnologías y servicios innovadores tendientes a satisfacer las necesidades de ambos sectores (núcleo socio productivo estratégico), haciendo hincapié en la generación de nuevas metodologías diagnósticas y la implementación de técnicas moleculares e inmunológicas para el monitoreo y control de enfermedades infecciosas. De esta manera, se contribuye en forma activa al desarrollo económico y social de la región.