Santiago del Estero, provincia del norte de Argentina, se caracteriza por sus altas temperaturas durante el verano, lo que favorece a la proliferación de insectos, principalmente mosquitos. Ello provoca la necesidad de buscar insecticidas, que en muchas oportunidades resultan dañinos para la salud por los Químicos tóxicos que permanecen en el ambiente luego de su utilización.
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Con este propósito, la Lic. Patricia Díaz trabaja junto a sus alumnos del Jardín de Infantes N° 310 “Turitas”, de la localidad de Suri Pozo del departamento Banda, en el proyecto denominado “Fuera bichos”, donde se elabora un repelente de origen natural. “En el marco de este proyecto, el primer objetivo a abordar fue la elaboración de un repelente ecológico, que permitiría el uso de materia prima extraída del monte santiagueño”.
Según indica la docente, “el proyecto surge como respuesta a una problemática regional muy preocupante como es la invasión de insectos en esta región, principalmente cuando aumentan las temperaturas. Y también como una inquietud de los pobladores de la zona, que haciendo uso de sus saberes ancestrales, pretenden aprovechar los recursos naturales que les ofrece el monte santiagueño”.
En el marco de este proyecto, el primer objetivo fue la elaboración de un repelente ecológico, “es ahí donde nos pusimos en contacto con la doctora en química, Verónica Paz Zannini, que nos guió sobre las técnicas de laboratorio que debíamos usar para el desarrollo del proyecto”.
Técnica de laboratorio
En referencia a la técnica que se utilizó, la Dra. Paz Zannini indicó: “En una primera instancia la Lic. Díaz trabajó con padres y alumnos en la recolección de material vegetal de árboles y arbustos de la zona, para su caracterización y clasificación.
“Con ese material -continúo- realizamos en el laboratorio diferentes pruebas, orientadas a extraer de manera efectiva y sencilla los Compuestos bioactivos de los mismos, y caracterizar el contenido de Polifenoles de los diferentes extractos. Los mejores resultados los obtuvimos para el eucalipto, y continuamos el trabajo con esta especie”.
Ciencia desde la primera infancia
Los alumnos del jardín experimentaron el trabajo científico realizado en el laboratorio. “Este extracto se mezcló con la sábila del aloe vera para mejorar su aplicación sobre la piel, al que se le adicionó vitamina C (obtenido a partir de tabletas comerciales) a fin de mejorar la preservación de la mezcla. El producto obtenido fue denominado como “EUCAGEL” por la propia comunidad educativa y sus beneficiosos efectos son comprobados a diario por los pobladores de la zona, que preparan el “EUCAGEL “en sus casas y lo usan a diario”.
Ciencia aplicada
Paz Zannini, en referencia a esta experiencia en la que trabajó no solamente con los alumnos, señala que “con la Lic. Díaz tuvimos la gratificación de no sólo contar con el entusiasmo de los alumnos del jardín sino también con la participación de los padres, que acompañaron a sus hijos a llevar adelante este proyecto”.
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“Muchas veces -concluye- las investigaciones científicas se frenan en la última parte del proceso: la de transferir resultados. La universidad, en este sentido, tiene una misión social importante y al transferir los conocimientos a la sociedad en general la estamos cumpliendo. En el caso de este proyecto, esa transferencia implica la solución de una problemática regional con recursos al alcance de los pobladores”.