Las investigaciones en nuevos materiales apuntan a brindar soluciones a problemáticas y demandas actuales.
Diseñar materiales más duros y resistentes es posible y la computación ayuda a los investigadores en esa tarea. Los recursos informáticos, sobre todo aquellos vinculados con la simulación, constituyen importantes aliados para indagar, por ejemplo, las propiedades de un nanomaterial. Así lo afirma el Dr. Eduardo Bringa, docente e investigador del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Cuyo y del CONICET, que visitó la UNL para brindar una conferencia a alumnos y docentes de Ingeniería de esta facultad.
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A través de la simulación, los investigadores son capaces de experimentar de manera más sencilla con las propiedades de materiales tan pequeños que se miden en millonésimas de milímetros. “El trabajo experimental a escala nano presenta dificultades y la informática puede auxiliarnos”, explicó Bringa.
“Gracias a técnicas nuevas y a las modernas computadoras, se pueden simular los materiales átomo a átomo; realmente a nanoescala. Así es posible estudiar y construir materiales con una determinada propiedad, por ejemplo, que sean más duros, que resistan más la corrosión o la radiación”, explicó el investigador. “En función de la propiedad a la que se quiere apuntar, se planea una cierta estrategia de simulación. Por ejemplo, para obtener materiales más duros, una manera posible es introducirle defectos al material para que, cuando se lo quiera deformar, ya sea estirar o apretar, esos defectos resistan la deformación y hagan que el material sea más duro”.
Campo de aplicación
Muchas investigaciones en nuevos materiales apuntan a brindar soluciones a problemáticas y demandas actuales. Con la ayuda de la informática, el Dr. Bringa se dedicó a la aplicación de nanomateriales en diversas áreas. “En el área de generación de energía, trabajamos en mejoras de materiales estructurales para construir mejores reactores nucleares -de fisión-, apuntando también a un futuro donde los reactores de fusión puedan producir energía limpia y abundante”, explicó.
Asimismo, hubo “un pedido de gente que necesitaba contar con materiales más duros. Uno de los interesados fue un productor de embalaje para material electrónico, que quería minimizar daños durante el traslado”, agregó el investigador.
El campo de aplicación de estos materiales ultraduros es sumamente amplio y puede ir desde la Medicina hasta la Astrofísica. En particular, la industria aeroespacial puede beneficiarse mucho, ya que los componentes delicados de los satélites deben ser protegidos de los impactos de micrometeoritos.
Brecha tecnológica
Luego de vivir quince años en Estados Unidos, el Dr. Bringa volvió a Argentina gracias al Programa “Raíces”, que propicia el retorno de investigadores que trabajan en el exterior. Al comparar similitudes y diferencias de ambos países en el campo de los materiales, el experto señaló: “La clave es que en Estados Unidos el interés en desarrollar nuevos materiales está acompañado por una inversión muy importante. En Argentina existen inversiones y se dio un paso gigantesco con la inversión en nanotecnología, pero todavía estamos muy lejos”.
“Para dar una idea, la inversión actual en el área a nivel mundial está fuertemente dominada por Estados Unidos, Japón y la Comunidad Europea, y si se mira qué porcentaje de esa inversión le corresponde al resto del mundo, es del orden del 1 o 2 %. Esto nos lleva a pensar que si bien vamos por buen camino, todavía estamos sumamente lejos respecto de los grandes centros de investigación”, ejemplificó.
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Finalmente, recalcó que nuestro país tiene excelentes recursos humanos en el área. “Tenemos profesionales de primer nivel, incluso aquí, en Santa Fe, hay numerosos Ingenieros Químicos y Físicos de prestigio internacional, por lo que sería bueno reforzar más la política de inversión”.