Enfrentarse a nuevas condiciones ambientales puede suponer un reto para las especies exóticas
El Estornino Pinto es un paseriforme que anida en cavidades, nativo de Eurasia y el norte de África, y que ha invadido Oceanía y América del Norte, Central y del Sur. En esta última región, la invasión es relativamente reciente ya que los primeros registros datan de principios de los años ‘80 en la ciudad de Buenos Aires.
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“Las especies exóticas compiten con las autóctonas por los recursos. El transporte y la introducción de una especie a un nuevo lugar es siempre el primer paso del proceso de invasión. Sin embargo, la última fase del proceso, es decir, que la especie se establezca con una población que crece y se expande, depende de varios factores”, explicó a Argentina Investiga el doctor en Ciencias Naturales Adrián Jauregui, director del proyecto e integrante del Laboratorio de Ecología de Aves del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet”, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata y al CONICET.
Enfrentarse a nuevas condiciones ambientales puede suponer un reto para las especies exóticas, por lo que la plasticidad ecológica para adaptarse a estas condiciones puede favorecer el éxito de la invasión y la posterior propagación. Además, la naturaleza de la comunidad nativa desempeña un papel clave en el proceso de invasión, ya que la especie invasora suele competir con las especies autóctonas a la hora de buscar alimento y/o sitios donde hacer sus nidos.
Hasta 2004, la distribución en la Argentina estaba relativamente restringida a las áreas cercanas a Buenos Aires. Sin embargo, la población ha ido creciendo y se expandió de manera exponencial. En la actualidad, ocupa un área núcleo de 907.000 km2 dentro de la provincia de Buenos Aires y ya se ha registrado en muchas otras provincias, como Córdoba, Santa Fe, Río Negro, Corrientes, Mendoza y en otros países incluyendo Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Además de su expansión, los estorninos están causando problemas a la fauna autóctona. “Hemos evidenciado que compiten con los pájaros carpinteros nativos por el uso de cavidades para poner huevos. Los estorninos intentan desplazar a los carpinteros de sus espacios, ponen sus huevos en cavidades ya ocupadas por carpinteros, y ocupan cavidades vacías que podrían ser usadas por otras especies”, detalló Jauregui.
Por otro lado, estas aves también afectan a los cultivos ya que, por ejemplo, pueden alimentarse de arándanos, uvas, moras, peras y manzanas.
El investigador describió: “Monitoreamos 100 nidos de Estornino Pinto en un bosque nativo del noreste de Buenos Aires, durante las temporadas reproductivas 2020-2021 y 2021-2022. Estimamos parámetros reproductivos poblacionales y medimos características del ambiente a diferentes escalas espaciales para evaluar si influyeron en la probabilidad que tenía un nido de sobrevivir (supervivencia) y en la cantidad de pichones que volaban en los nidos exitosos (productividad)”.
“Los estorninos comenzaron a reproducirse antes que las especies nativas; utilizaron tres tipos de cavidades (naturales, de pájaros carpinteros y de Hornero), produjeron tres volantones por nido exitoso, tuvieron una probabilidad estimada de éxito del nido del 38% y siete parejas criaron dos nidadas exitosas. Hubo una relación negativa entre la probabilidad que tuvo un nido de sobrevivir y el diámetro a la altura del pecho del árbol-nido, lo que significa que a medida que el diámetro de los troncos de los árboles donde estaban los nidos era más grande, los nidos tenían menos chances de sobrevivir. Este patrón puede indicar que la preservación de árboles maduros ayudaría a reducir la tasa de éxito del nido.
“Por otro lado, la supervivencia y la productividad del nido del Estornino fueron considerablemente más altas que las de aves nativas que anidan en cavidades en la misma zona (como los carpinteros, el chinchero, el tordo músico, entre otros), lo que sugiere que su población crece comparativamente más rápido”, agregó el científico.
Estas elevadas tasas de éxito y la usurpación efectiva de nidos por estorninos encontradas por el equipo de investigación, sumado a los antecedentes de que se ven favorecidos por pequeñas urbanizaciones y de que suelen afectar negativamente a las especies nativas, sugieren que los estorninos pueden ser una amenaza para las especies autóctonas en peligro de extinción si compiten con ellas.
Es posible que las poblaciones de Estornino deban controlarse pronto
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“Dados nuestros resultados y el comportamiento agresivo del Estornino con las especies nativas y el ritmo preocupante de la expansión, es posible que las poblaciones de Estornino deban controlarse pronto, especialmente si llega a zonas como el norte de la Argentina donde habitan especies amenazadas que anidan en cavidades, como por ejemplo el Loro Vinoso o el Carpintero Dorado Verdoso”, concluyó Adrián Jauregui.