Equipo del LIESA-UNPSJB en arroyos de Esquel.
“Nuestro trabajo es realizar estudios ecológicos enfocados en la problemática ambiental de la región patagónica con una visión integral que incluye el uso de la tierra, el manejo de los cuerpos de agua y el impacto de las urbanizaciones. Pero también, disturbios de origen natural, como por ejemplo qué efectos pueden tener las cenizas de un volcán sobre ambientes acuáticos”, comenta a InfoUniversidades su directora, la doctora Laura Miserendino.
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El laboratorio está conformado por un grupo interdisciplinario de profesionales de la Universidad y del Conicet, que desarrolla sus proyectos científicos en la zona noroeste de Chubut. Desde el punto de vista académico, el LIESA también contribuye con la formación de recursos humanos en distintos niveles, como el dictado de cursos de grado y postgrado.
Ecosistemas perturbados
“La ecología de ríos es una de nuestras líneas de estudio, pero también trabajamos con los mallines”, señala Miserendino. El proyecto aborda los efectos del uso de la tierra sobre los ecosistemas acuáticos del noroeste de Chubut. En él, se analizan las perturbaciones a nivel de cuenca y cómo éstas generan cambios en los ecosistemas, evaluando sus efectos en los invertebrados, los peces y las aves.
“En el caso de los investigadores que realizan filogenia y evolución -señala la directora- muchas veces se coleccionan los estadios larvales y se realizan crías en los gabinetes; para ello hay que salir al campo, coleccionar material y traerlo vivo al laboratorio”.
En lo que respecta a la parte sistemática, el equipo cuenta con el aporte de los doctores Miguel Archangelsky y Pablo Pessacq, ambos investigadores del Conicet, que abordan el estudio de la filogenia y evolución de grupos de insectos acuáticos. Muchas de estas especies ayudan a comprender a los científicos la dinámica y el funcionamiento de los frágiles ambientes acuáticos patagónicos.
Polución y degradación del agua
El estudio de los efectos que tiene el uso de la tierra en las comunidades de tricópteros es otra línea de trabajo que se lleva adelante en el LIESA. La licenciada Cecilia Brand utiliza estos datos para determinar la polución y la degradación del ambiente acuático.
La variación en la ecología en distintos sectores, como los arroyos que atraviesan bosques de pinos implantados, pasturas y bosques de ñire sometido a extracción de leña, es contrastada con el bosque nativo que hasta el momento se mantiene en buen estado. Brand analizó 24 sitios en ríos y arroyos cordilleranos bajo distintas intervenciones antrópicas. Los sitios de menor calidad de ribera resultaron ser los arroyos urbanos aguas abajo de las ciudades de Esquel. En las localidades como Cholila y Corcovado, los disturbios son de orden intermedio.
Los bosques de lenga y ñire sin explotación registraron el mejor estado ecológico. La presencia de vegetación en las riberas determinó una mejor condición de los ecosistemas ribereños, aun cuando presentaron dominancia de especies exóticas. Las modificaciones más profundas en los cursos de agua se registran en la ciudad de Esquel. El sector urbano hace un uso más severo del agua y genera modificaciones del ambiente, como en el agua, en los nutrientes y en las comunidades que lo habitan.
Los sitios de referencia son los más prístinos, con una diversa comunidad de invertebrados y gran cantidad de endemismos. La Patagonia se caracteriza por ser una zona con muchas especies que solo se encuentran en esta región del planeta; esto va asociado a un alto nivel de sensibilidad, por lo tanto estos organismos pueden ser rápidamente eliminados frente a los disturbios.
De modo similar, el licenciado Luis Epele, egresado de la UNPSJB Esquel, desarrolla su plan de doctorado analizando las comunidades acuáticas en humedales con diferentes niveles de antropización, como por ejemplo el uso ganadero. Es conocido el rol que tienen los humedales y la atención que afortunadamente se les está prestando por los servicios ecosistémicos que proveen.
Especies exóticas
El impacto que generan las especies introducidas en los cursos de agua, como las truchas, son estudiadas en el LIESA por la licenciada Cecilia Di Prinzio y el doctor Ricardo Casaux. El trabajo consiste en comparar el espacio que ocupan las truchas respecto a una especie nativa como es el bagre. No solo en lo que respecta a la diferencia en los tamaños, sino al importante factor económico que la trucha tiene en la zona.
Otro proyecto en marcha analiza los efectos de la ceniza del volcán Chaitén en los ecosistemas acuáticos. Las investigaciones anteriores han dado una buena base de datos previa a la erupción, para que ahora, los investigadores traten de responder preguntas vinculadas al efecto que esa deposición de ceniza tuvo sobre los cursos de agua cordilleranos. A esto hay que agregar el interés en saber cómo las especies acuáticas soportan una situación de estrés como es la erupción de un volcán.
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Incorporar datos científicos que repercutan en la comunidad a través de trabajos que permitan el cuidado y mantenimiento de la calidad de vida de los pobladores de la zona cordillerana y sus alrededores es el objetivo de estas investigaciones desarrolladas en el LIESA.