En los procesos que implican cambios de emplazamiento, traslado, exhibición y manipulación, las obras de arte suelen estar sometidas a un deterioro que a veces resulta irreparable. Uno de los grandes desafíos para artistas, restauradores y museólogos es encontrar un embalaje adecuado para estas circunstancias.
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Es por esto que el proyecto de investigación llamado “Construcción de embalajes de funcionalidad múltiple: almacenamiento, exhibición y transporte para objetos y material incunable”, del departamento de Artes Visuales del IUNA, fue diseñado con el objetivo de preservar las obras. Dirigido por la licenciada Estela Court y la conservadora Cristina Melendi, docentes de la Licenciatura en Conservación y Restauración, este proyecto nace de una necesidad específica.
“Comenzamos con la construcción de embalajes a partir de un trabajo de conservación y restauración de la obra de Hermógenes Cayo, que culminaba con el diseño de contenedores adecuados para estas piezas, las que iban a formar parte de una muestra itinerante. Los contenedores debían mantener los estándares de conservación para obras de estas características y, a la vez, servir como embalaje-expositor”, señalan a InfoUniversidades las investigadoras.
Para el diseño y confección de estas cajas de almacenaje, transporte y exhibición investigaron la capacidad de distintos materiales para cumplir con las condiciones de conservación de los bienes culturales. Explica Melendi que “con este trabajo notamos que el mercado nacional no ofrece este tipo de embalajes, ni materiales que cumplan con las condiciones necesarias para preservar en forma adecuada distintos objetos de arte. Éste fue uno de los motivos por los que encaramos este proyecto de investigación.”
Las investigadoras trabajaron en la Biblioteca Pío Collivadino, del departamento de Artes Visuales. Allí existe material bibliográfico y de consulta que fue donado por el pintor y que formó parte de su acervo personal. Este material, compuesto principalmente por ejemplares únicos de revistas de oficio y libros de arte decorativo, fue relevado, conservado y restaurado por equipos de alumnos de los distintos niveles de la cátedra.
Realizado este trabajo, se planteó la necesidad de contar con un sistema de almacenaje para su preservación. “Esa importante bibliografía no debía volver a los mismos estantes de los que provenía. Fue entonces que pensamos en retomar las investigaciones realizadas con anterioridad para diseñar unas cajas-embalaje adecuadas a este fin”, explica Court. Con este objetivo, profundizaron el estudio de los materiales, las condiciones para la construcción de contenedores que cumplieran con esos requerimientos y a la vez respetaran los protocolos internacionales al respecto.
Los embalajes se realizaron con tableros MDF como soporte, a los que se les aplicaron barreras que impiden las emanaciones de ácidos volátiles, capaces de perjudicar el material. Las barreras aplicadas son un buffer alcalino, una resina acrílica y un papel libre de ácido de importante gramaje, que recubre el interior de las cajas. También cuentan con un indicador de humedad que permite controlar las condiciones ideales para ese espacio de almacenaje. De este modo se mantiene la estabilidad necesaria para estos objetos.
Pensadas en función de reducir al máximo la manipulación del material bibliográfico, estas cajas-embalaje cuentan con visores que permiten observar en qué condiciones se encuentra su contenido y con bandejas desmontables que habilitan su traslado hasta el lugar en que el material será consultado. Como complemento, se hizo un relevamiento de cada ejemplar por medio de fichas especiales con toda la información necesaria.
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Se construyeron dos cajas, de acuerdo a las necesidades de este proyecto, que tiene como objetivo ampliarse a todo el material bibliográfico incluido en la Biblioteca Pío Collivadino. “Ésta es la primera etapa de un proyecto global con continuidad. A medida que los alumnos de nuestra cátedra desarrollen sus habilidades durante sus tres niveles y concluyan con la restauración de más ejemplares, se construirán nuevos embalajes como conclusión del proyecto, ya que es fundamental la preservación de este patrimonio cultural que ha servido para la formación de arquitectos, artistas y decoradores”, concluyen.