El Dr. Joaquín Valdés, Decano del Instituto de la Calidad Industrial (UNSAM - INTI), es el único argentino entre los 18 miembros que integran el Comité Internacional de Pesas y Medidas. Este Comité -que a lo largo de su historia contó con varios Premios Nobel-, se reúne todos los años en París para evaluar la redefinición de las distintas unidades de medida empleadas en el mundo.
“Hay diversas razones por las cuales se pretende redefinir el kilogramo. Actualmente, todas las mediciones de masa están referidas al prototipo internacional conservado en Sévres, París. Si la masa de ese cuerpo cambiara, modificaría en igual proporción todo lo que se pesa en el mundo. Y hay evidencias de que en estos últimos 100 años habría variado. Lo ideal sería que en cada país se pudiera realizar un kilogramo patrón idéntico, al menos coincidente en 8 cifras decimales”, explica Valdés.
Lo cierto es que vivimos en un mundo de mediciones; cuando nace un bebé lo primero que se hace es pesarlo. Medimos el paso del tiempo, el consumo de la electricidad y hasta la temperatura ambiente. Detrás de cada producto, sea un auto, un celular, o una lapicera, subyacen mediciones de todo tipo. Todo se refiere a 7 unidades de base, las restantes se derivan de esas 7.
Quizás las más populares sean el metro y el kilogramo. El metro fue inicialmente la longitud de una barra patrón. Actualmente, es definido a partir del valor de la velocidad de la luz y realizado con láseres súper estables.
Pero el kilogramo aún se define por referencia a un artefacto físico patrón, un cilindro de platino, con algo de iridio, cuya masa es exactamente un kilogramo, por definición.
Se mantiene desde hace más de 100 años en el sótano del Bureau Internacional de Pesas y Medidas, en Sévres, París. Sólo fue usado tres veces, para compararlo con otros cilindros similares que ofician de testigos.
Valdés comenta: "Una sofisticada balanza compara las fuerzas de interacción entre campos eléctricos y magnéticos con el peso que ejerce el kilogramo patrón en otro platillo de la balanza. Este valor podría referirse a la constante de Planck, base de la física cuántica. Otro experimento consiste en calcular la cantidad de átomos dentro de una esfera de silicio casi perfecta, fijando el llamado Número de Avogadro".
Aún no se ha logrado una coincidencia entre ambos resultados dentro de la octava cifra decimal, por lo cual el prototipo de platino e iridio resiste estoicamente su final. Tampoco hay unanimidad entre los 18 miembros del Comité Internacional para recomendar una u otra opción, no antes de 2011, a la espera de nuevos resultados experimentales".
Mientras tanto, cabe ir pensando cómo se explicará a todo el mundo, ya desde las escuelas primarias o secundarias, que un kilogramo no es más la masa de un cuerpo patrón conservado en Sévres, París.